Las declaraciones de Alexandr Novak, ministro de Energía de Rusia, diciendo que el país podría salir del acuerdo de la OPEP+ -que prevé reducir la extracción de petróleo a nivel mundial- era un mensaje dirigido a EEUU.
© AP Photo/ Gregory Bull
El sentido del mensaje de Novak es que la 'dolce vita' de EEUU a cuenta de otros no será eterna, opina el jefe del departamento de análisis de Dominion, Stanislav Vérner.
El ministro de Energía de Rusia declaró recientemente en una entrevista a
Bloomberg que el país Euroasiático podría considerar su paulatina salida del acuerdo sobre la reducción de extracción de petróleo. Dicho acuerdo había sido alcanzado por los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y algunos actores secundarios fuera de foco.
"En cuanto el objetivo -el equilibrio del mercado- sea alcanzado, empezaremos a considerar la posibilidad de salir paulatinamente del acuerdo [de la OPEP+]", señaló el ministro, a la vez que destacó que
la recuperación del equilibrio en el mercado petrolífero puede ocurrir a partir del tercer o cuatro trimestre de 2018.
Stanislav Vérner, jefe del departamento analítico Dominion, opina que esta declaración del ministro ruso de Energía puede ser considerada como una reacción a las negociaciones que la OPEP y los productores del petróleo de esquisto de EEUU sostuvieron en la noche del 5 de marzo en Houston.
Durante estas conversaciones, los productores estadounidenses se interesaron en si la OPEP y algunos actores secundarios planeaban continuar su política dirigida a reducir la extracción de petróleo en la segunda mitad de 2018.
Mientras que los países de la OPEP están emprendiendo esfuerzos conjuntos para reducir la extracción de petróleo y hacer subir los precios, las extracciones de petróleo de esquisto en EEUU van al alza. Según
Expert, ya han alcanzado los 10.380 millones de barriles diarios.
"Los precios corrientes permiten a las empresas estadounidenses sentirse bastante libres. El pronóstico del Departamento de Energía de EEUU de que la extracción de petróleo llegará a 11 millones de barriles diarios a finales del año y el país norteamericano ganará terreno a Rusia en ese ámbito se vuelve cada vez más real", escribe la
revista, citando a Vérner.
El analista considera que "el 'boom' del petróleo de esquisto 2.0" podrá continuar en un futuro, lo que hará a la OPEP plantearse si prolongar o no el acuerdo de reducción de extracciones.
"Rusia no estará lista para llegar a un compromiso con sus socios. Ya el año pasado Moscú marcó su posición particular en cuanto a la prolongación del acuerdo de la OPEP a partir del primer trimestre y hasta el fin de 2017. Los comentarios actuales de Novak indican que Rusia encuentra inconveniente mantener el equilibrio en el mercado a cuenta de los esfuerzos propios de la OPEP", cita
Expert las palabras de Vérner.
Comentario: EE.UU. parece estar dando pasos decididos para intentar imponerse en el mercado petrolero sin depender de otros, sin embargo, estas espectativas también parecen ser poco estratégicas en comparación a las posibilidades emergentes de Rusia y, especialmente, China como potencias que están logrando desplazar a Washington en la esfera energética y económica mundial.
En el artículo
El dominio energético estadounidense y el ascenso del petroyuan del editor de Sott.net Corey Schink, leemos lo siguiente:
Debido a que la posible desaparición del petrodólar constituye una amenaza existencial para Estados Unidos, el país está aumentando la producción de petróleo; y la élite atlántica se vuelve salvaje con la expectativa de una ganancia inesperada. Amy Myers Jaffe, portavoz del Consejo de Relaciones Exteriores, comentó que, con el aumento de las exportaciones estadounidenses de gas natural licuado (GNL), "Rusia será la perdedora. Ya podemos ver cómo se disipa su influencia en el mercado del gas en Europa y la influencia que intentan crear sobre China".
Meghan L. O' Sullivan, ex asesora adjunta de seguridad nacional en Irak y Afganistán bajo George W. Bush, publicó un libro en 2017 dedicado al concepto titulado Windfall: How the New Energy Abundance Upends Global Politics and Strengthens America's Power ("Ganancia inesperada: Cómo la nueva abundancia de energía fortalece la política global y el poder de Estados Unidos"). En su libro afirma que este aumento de las exportaciones "será, de hecho, un factor determinante del orden internacional o, más bien, de cómo funciona el mundo". Ella continúa:
Alternativamente, acelerará y ayudará a detener las grandes tendencias ahora discernibles para cualquier estratega global: la corrosión de las reglas y normas que han dado forma al orden internacional liberal desde la Segunda Guerra Mundial, la transferencia del poder y la riqueza de Occidente a Oriente, el empuje por parte de Rusia y China para establecer esferas de influencia, el ascenso de actores no estatales a expensas de gobiernos soberanos y la retirada de Estados Unidos y Europa del escenario global. 7
¿Y cómo pretenden hacer esto exactamente? EE.UU. espera convertirse en la próxima Arabia Saudita de las exportaciones de petróleo, y el razonamiento es sencillo. Como escribió Nic Chao para The McGill International Review: "Un sector energético nacional fuerte con una alta prioridad de exportación permitirá una transición del régimen del petrodólar sin contratiempos".
Y además:
A pesar de todo, es evidente que la hegemonía cambiante de China está generando oleadas. Así pues, mientras que los atlantistas como Meghan L. O' Sullivan afirman que las exportaciones energéticas estadounidenses pondrán fin a la "transferencia del poder y la riqueza de Occidente a Oriente, el empuje de Rusia y China para establecer esferas de influencia", está claro que en realidad son signos de que EE.UU. debe adaptarse a ellos, o ya verá. Que Estados Unidos sobreviva o no a una "corrección de rumbo", al perder cada vez más herramientas hegemónicas y coercitivas, dependerá probablemente de su capacidad para aprender a "jugar bien con los demás".
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