El 17 de julio de 1981 las fuerzas aéreas israelíes bombardearon el cuartel general de la OLP en el centro de Beirut y varios puentes alrededor de Sidón, matando entre 200 y 300 personas, principalmente civiles libaneses, e hiriendo a más de 800 personas.
Bomberos apagan un coche en llamas que fue destruido en un bombardeo en la ciudad portuaria del sur de Sidón, Líbano, el 14 de enero de 2018.
© Mohammed Zaatari/APBomberos apagan un coche en llamas que fue destruido en un bombardeo en la ciudad portuaria del sur de Sidón, Líbano, el 14 de enero de 2018.
El 5 de agosto de aquel mismo año el Primer Ministro Begin puso a Ariel Sharon al frente del Ministro de Defensa y la campaña de coches bomba se intensificó dramáticamente.

A mediados de septiembre de 1981 estallaron regularmente coches bomba en los barrios palestinos de Beirut y otras ciudades del Líbano. Sólo en diciembre de 1981 dieciocho bombas en automóviles o motocicletas, bicicletas y asnos estallaron cerca de las oficinas de la OLP o en lugares con una alta concentración palestina, causando un gran número de muertes.

El 1 de octubre, un coche bomba con 100 kg. de TNT y 75 litros de combustible explotó cerca de las oficinas de la OLP, en una calle muy transitada en el oeste musulmán de Beirut, con vendedores de frutas y verduras y amas de casa haciendo su mercado matutino. La bomba destruyó la fachada de los edificios, destruyó 50 automóviles y dejó la calle sembrada de escombros y cuerpos desmembrados.

Inmediatamente después de la explosión, los expertos en desactivación de explosivos encontraron y desmantelaron una segunda bomba, que pesaba 150 kg y que había sido colocada en otro coche aparcado en la misma calle. Más tarde ese mismo día, seis coches más cargados con cientos de kilos de explosivos fueron encontrados y desactivados en Beirut y Sidón en lo que había sido planeado como un devastador bombardeo contra palestinos y milicianos libaneses de izquierda por terroristas de derecha.

El autodenominado FLLE (Frente para la Liberación del Líbano de Extranjeros) reivindicó la autoría de todos los crímenes. En una llamada anónima a los medios de comunicación extranjeros el FLLE dijo que los ataques estaban dirigidos contra objetivos palestinos y sirios en el Líbano, y que continuarían hasta que no quedaran extranjeros.

El gobierno de Israel atribuyó la explosión a las "guerras internas" dentro de la OLP.

En realidad fue una estrategia más amplia de provocación. Israel emprendió numerosas operaciones criminales en Líbano para que los palestinos respondieran. De esa manera, Israel podría justificar una ofensiva en aquel país.