Es sorprendente cuán duro se ha aferrado Occidente a su nueva «aliada» Macedonia, literalmente empujándola hacia la membresía de la OTAN. Ucrania y Georgia solo pueden envidiar este tipo de eventos.
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Sin embargo, los habitantes de la propia Macedonia son difíciles de envidiar, porque tal interés de la alianza solo puede decir que la República se convertirá en un excelente trampolín para las fuerzas de la OTAN en la región de los Balcanes.

Y vale la pena dar crédito, el trabajo de los curadores se ha hecho muy bien. Incluso la información sobre la «amenaza rusa» ya ha barrido a través de todos los medios pro-occidentales en la república. Sin embargo, todo comenzó a partir del momento en que una coalición de socialdemócratas y partidos albaneses encabezados por Zoran Zaev llegó al poder en la república. Este mismo momento fue el punto de partida en la integración euroatlántica del país.

No es difícil adivinar bajo qué intereses actúa el jefe de gobierno. Los habitantes del país también entienden esto, le ha acusado en repetidas ocasiones de traicionar los intereses nacionales y de renunciar a la historia en las protestas a gran escala en la capital después de que Macedonia hiciera concesiones a Grecia para cambiarle el nombre al país.

Tampoco apoyaron esta idea en el liderazgo del país. El presidente de Macedonia, Gheorghe Ivanov, vetó dos veces el acuerdo para cambiar el nombre de la república, pero los socialdemócratas de Zaev, junto con los diputados albaneses del parlamento, vencieron el veto y ratificaron el documento. Ante la negativa de Ivanov a firmar el acuerdo, la coalición lo amenazó con una acusación formal, porque hay mucho en juego, dado que Zoran Zaev no apostó.

Y cuando en la cumbre de la alianza del Atlántico Norte en Bruselas, que se celebró del 11 al 12 de julio, Macedonia recibió una invitación a la OTAN, Zoran entendió que las condiciones de los «dueños» se habían cumplido. Y al final vemos que el parlamento de la república vota apresuradamente por la membresía en la OTAN.

Aquí vale la pena señalar que la declaración fue aprobada por los 76 diputados del país. Incluso la Organización Revolucionaria Interna de Macedonia - el Partido Demócrata para la unidad nacional de Macedonia, o, para decirlo de manera más simple, la integración apoyada por VMRO-DPMNE. Recordemos que fue este partido el que protestó repetidamente contra las concesiones de Grecia en una prolongada disputa. Pero, ya sea que se dé cuenta de su impotencia en asuntos en los que lo interno no juega un papel, o si fueron francamente comprados, los diputados de VMPRO-DPMN no resistieron más.

El diputado Dragan Danev en el parlamento acusó abiertamente a Zaev de engañar al pueblo macedonio. Ahora, dice, obedeciendo al instinto de la manada, que la pertenencia a la OTAN no es sólo una compra sino también una seria responsabilidad, añadiendo, sin embargo, que "no significa que inmediatamente para el este y el sur, el oeste y el norte en Macedonia fluirá la miel y la leche".

Y aquí está, tal vez, correcto, porque para la alianza, Macedonia es otro recurso. Más bien, el primero. Así, a lo largo del valle del río Vardar, el más grande de Macedonia, se encuentra el corredor de transporte Sur-Norte, que es excelente para transferir tropas de los puertos griegos en el Egeo al interior de los Balcanes. Y al bordear con Macedonia en el norte, Serbia ya tiene un acuerdo con la OTAN sobre el libre movimiento de las unidades de la alianza en el territorio serbio.