Los terroristas del grupo Hayat Tahrir al Sham (el antiguo Frente al Nusra, proscrito en Rusia) están preparando una nueva provocación con sustancias tóxicas en la zona de distensión siria en Idlib, comunicó el Centro ruso para la reconciliación de los bandos del conflicto en el país árabe.
Expertos ONU armas químicas
© REUTERS / Mohamed AbdullahExpertos en armas químicas de la ONU en Siria (archivo).
"Según la información recibida por el Centro ruso para la reconciliación de las partes en conflicto de unas fuentes en la zona de distensión de Idlib, los terroristas del grupo Hayat Tahrir al Sham (Frente al Nusra) tienen planeada una nueva provocación con sustancias tóxicas", dice el comunicado.

La nota alerta de que a la zona desmilitarizada en Idlib fueron transportados 60 contenedores con una sustancia altamente tóxica, acompañados por especialistas químicos araboparlantes de uno de los países de Europa.

Se indica que los blancos para atacar son el corredor humanitario cerca de la localidad de Abu al Duhur, en la provincia de Idlib, y la ciudad de Maharda, de población mayoritariamente cristiana, ubicada en la provincia vecina de Hama.

Entre 73 y 107 personas, según diversas fuentes, fueron ingresadas en hospitales de Alepo con síntomas de asfixia después de que grupos armados lanzaran el pasado sábado municiones químicas -proyectiles cargados con gas cloro, según la información preliminar- contra la zona residencial de Al Khalidiya.

La gran mayoría de los pacientes, según los médicos, sufrieron daños leves o de mediana consideración, pero algunos necesitaron cuidados intensivos.

El portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov, anunció el domingo que la aviación rusa lanzó una represalia aérea en la gobernación vecina siria de Idlib para destruir los sistemas de artillería que los grupos armados utilizaron para atacar Alepo con sustancias tóxicas y prevenir otro ataque similar que aparentemente estaban preparando.

El ente castrense ruso recordó, además, que la ONG Cascos Blancos acostumbra a escenificar en Siria ataques con sustancias tóxicas para después responsabilizar a las tropas gubernamentales.

La ONG Cascos Blancos, que ha tenido una gran notoriedad y un amplio apoyo de los países occidentales, afirma que su objetivo consiste en rescatar a la población civil en las zonas de conflicto, pero es acusada por las autoridades sirias de tener vínculos con grupos extremistas y hacer propaganda hostil.

El Ministerio de Exteriores de Rusia ha calificado los Cascos Blancos como un elemento más de la campaña de información destinada a difamar al Gobierno sirio.

En particular, Moscú responsabilizó a ese grupo de la provocación en Guta Oriental, que dio a Occidente un pretexto para acusar a Damasco del uso de armas químicas y atacar instalaciones del Ejército sirio en abril pasado.