Traducido por el equipo de Sott.net en español

El senador Marco Rubio y los líderes del golpe de Estado afirman que la Guardia Nacional venezolana quemó camiones de ayuda estadounidense en el puente en Colombia. Pero todas las pruebas disponibles apuntan a lo contrario.
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© NTN24
El golpe de Estado de la administración Trump contra Venezuela culminó el 23 de febrero con un intento de la oposición respaldada por EE.UU. de embestir varios camiones cargados con cajas de "ayuda humanitaria" de USAID a través del puente Francisco de Paula Santander (también conocido como Puente Binacional Tienditas) que conecta Colombia con Venezuela y que no había sido utilizado previamente.

Los camiones no lograron llegar al otro lado, pero ese nunca fue realmente el objetivo de la maniobra. Como explicó al periodista Dan Cohen el padre Sergio Muñoz, un activista venezolano de derecha apostado en el lado colombiano de la frontera, la "ayuda" humanitaria era una provocación puramente simbólica destinada a desacreditar al presidente venezolano Nicolás Maduro a nivel internacional y a generar olas de violencia desestabilizadora.

Al final del día, los camiones alineados en el puente Francisca de Paula Santander estaban flanqueados por bandas de guarimberos.

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© teleSUR
Se trata de los jóvenes nihilistas enmascarados que forman las tropas de choque de la oposición de derechas y que sitiaron Caracas con violentas protestas de barricadas, conocidas como guarimbas, en varios puntos entre 2014 y 2017. Una turba de guarimberos quemó hasta la muerte a Orlando Figuera, un venezolano negro de 22 años acusado de apoyar a Maduro, en una calle al este de Caracas, a plena luz del día, en junio de 2017.

En el puente de Santander este 23 de febrero, los guarimberos dejaron caer una lluvia de rocas y cócteles molotov sobre guardias nacionales venezolanos que mantenían la línea contra los camiones de USAID. De repente, los camiones se incendiaron y los jóvenes enmascarados comenzaron a descargar cajas de ayuda antes de que se quemaran. En cuestión de minutos, los medios de comunicación prooposición informaron que las fuerzas de la Guardia Nacional venezolana habían sido responsables de los incendios.

Un reportero del canal privado antigubernamental NTN24 afirmó sin pruebas que las fuerzas de seguridad venezolanas habían causado los incendios con gas lacrimógeno:


taseenb: Otra bandera falsa en la frontera con Colombia. Un "reportero" de NTN24ve (televisión de la oposición, conocida por sus noticias falsas) dijo que un camión se incendió porque la policía venezolana lanzó gas lacrimógeno. Si alguien ha visto el gas lacrimógeno incendiar un camión antes, que me lo diga.
La afirmación es evidentemente absurda. Personalmente, yo he sido testigo de cómo contenedores de gas lacrimógeno han golpeado todo tipo de vehículos imaginables en la Cisjordania palestina ocupada, y nunca he visto un incendio como el que estalló en el puente de Santander.

En 2013, el Departamento del Sheriff de San Bernadino desplegó cartuchos especiales de gas lacrimógeno incendiario ("quemadores") para incendiar la casa donde el asesino de policías fugitivo Chris Dorner se había escondido. Pero es muy poco probable que los guardias nacionales venezolanos tuvieran algo parecido a esta arma en su arsenal cuando se enfrentaron a los alborotadores el 23 de febrero.

La total falta de pruebas de culpabilidad venezolana no impidió que el senador cubano-estadounidense Marco Rubio tuiteara esta acusación desde las cercanías de Cúcuta, Colombia:


Marco Rubio: El mundo entero vio al régimen utilizar a sus fuerzas de seguridad y pandillas para herir y matar civiles desarmados.

El mundo entero lo vio prender fuego a tres camiones con comida y otra ayuda humanitaria.

Pronto se darán cuenta de cuán mal jugaron su mano el día de hoy.
La senadora Dianne Feinstein, que se enfrenta a llamados de su propia renuncia después de que apareciera un video de su condescendiente intimidación a un grupo de niños ambientalistas, repitió la acusación infundada de Rubio, usándola para pedirle a Maduro que dimitiera.

Al culpar al gobierno venezolano de quemar los camiones de USAID, Rubio estaba claramente tratando de establecer el casus belli que había estado buscando. Sin embargo, ni él ni nadie en el "mundo entero" había visto a la Guardia Nacional prender el fuego, como él decía. De hecho, las pruebas apuntaban exactamente en la dirección opuesta, sugiriendo que los jóvenes de la oposición enmascarados habían quemado los camiones ellos mismos.

El escritor colombiano Humberto Ortiz presentó material de un canal prooposición que muestra lo que parece ser el momento exacto en que un guarimbero prende fuego a la ayuda con un cóctel molotov:


La reportera de Telesur Madelein García publicó fotografías que muestran a un guarimbero con un contenedor de gasolina junto a uno de los camiones en llamas:

Las imágenes de los drones también publicadas por García muestran cuán lejos estaban los camiones de los guardias nacionales venezolanos cuando se incendiaron, y demuestran que estaban claramente en el lado colombiano de la frontera:


Incluso Bloomberg News, que ha creado un incesante flujo de informes a favor de la oposición, publicó un video que muestra a guarimberos en el puente haciendo cócteles molotov, que fácilmente podrían incendiar una cabina de camión o su carga:


TicToc por Bloomberg: MÁS: Mientras que un grupo de venezolanos, la mayoría de ellos jóvenes, intenta acceder el lado venezolano de la frontera, el grupo es visto preparando cócteles molotov.
Mientras tanto, la Cruz Roja Internacional emitió una declaración en condena de los activistas de la oposición venezolana que se disfrazaron de trabajadores de la Cruz Roja; una flagrante violación del protocolo humanitario. Una captura de pantalla de la cobertura de NTN24 a favor de la oposición muestra a un falso trabajador de la Cruz Roja cerca de uno de los camiones en llamas:

Max Blumenthal: La Cruz Roja Internacional condena otro engaño más de la oposición venezolana.

Max Blumenthal: No estoy seguro de si los activistas opositores disfrazados como Cruz Roja de hecho lo hacen de buena fe.
Hace unos días, el autoproclamado presidente interino Juan Guaidó anunció que dirigiría una "ola humana" a través del puente y hacia Venezuela. Pero al caer la noche del 23 de febrero, Guaidó se encontró en una tormentosa conferencia de prensa con otros líderes latinoamericanos de derecha alineados con Estados Unidos. A su lado estaba el presidente colombiano Iván Duque, quien repitió la acusación sin pruebas de que las fuerzas de seguridad venezolanas habían quemado los camiones de ayuda.

Habiendo fracasado miserablemente en cada fase del golpe de Estado que había intentado ingeniar, Rubio terminó el día con un berrinche en Twitter que culminó con un llamado a "acciones multilaterales" contra el gobierno de Venezuela. Todavía no está claro qué forma podría adoptar esa acción, pero sin duda estará justificada por una serie de afirmaciones infundadas sobre lo que ocurrió en el puente de Santander.
Max Blumenthal es un periodista galardonado y autor de varios libros, entre los que se incluyen los exitosos Republican Gomorrah, Goliath, The Fifty One Day War y The Management of Savagery. Ha producido artículos impresos para una serie de publicaciones, muchos reportajes en video y varios documentales, entre ellos Killing Gaza. Blumenthal fundó The Grayzone en 2015 para hacer brillar una luz periodística sobre el estado de guerra perpetua de Estados Unidos y sus peligrosas repercusiones internas.