Desde hace más de una década, financiada por Alemania a través del ministerio del Interior y diferentes fundaciones y organismos, se viene desarrollando una compleja estrategia que combina objetivos a corto, medio y largo plazo para la desmembración de los Estados europeos, la desarticulación de las sociedades y los pueblos y su recombinación administrativa y territorial en función de sus intereses de dominio. Este proyecto no es nuevo. Es, básicamente, la reedición de los viejos planes imperiales de Guillermo II y Ludendorff; la misma Europa de las Regiones diseñada por las Waffen SS de Hitler.
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Todos estas fundaciones y organismos tienen una relación transversal, de forma que es habitual encontrar agentes del ministerio del Interior alemán en dichos organismos.

Die Grünen (Los Verdes alemanes) constituyen el punto de conexión entre una pléyade de movimientos verdes europeos, de los que son su expresión más poderosa y organizada; los partidos nacionalistas de la ALE, punta de lanza de los planes disgregadores en Europa, las fundaciones patrocinadas por Alemania para la promoción de las lenguas y culturas europeas, como la Fundación Goethe (la más importante de Alemania, fundada por un ex-oficial de las SS), y los diferentes organismos al serviciodel ministerio del Interior alemán (BMI): La UFCE (Unión Federal de Comunidades Étnicas de Europa); El ECMI, un centro para la promoción de las minorías étnicas en Europa, el EBLUL , una oficina para la promoción del uso de las lenguas minoritarias, el EURAC y otros.

Todos estas fundaciones y organismos tienen una relación transversal, de forma que es habitual encontrar agentes del ministerio del Interior alemán en dichos organismos, en las fundaciones «benefactoras» o en los puestos directivos del mismo ALE; y a travésdel ALE, Die Grünen y otros partidos alemanes, en el Parlamento y el Consejo Europeos y en la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación Europea).

La ALE

En 1997 abogaban por la segregación de «Euskal Herría» (Euskadi, Iparralde y Navarra); de Galicia y de los «Països Catalans». Ahora proponen la inclusión de Andalucía y Aragón, e incluso Murcia, como «regiones emergentes» con rasgos identitarios.

La Alianza Libre Europea (ALE) es una de las organizaciones impulsadas por el ministeriodel Interior germano más virulentas en el desarrollo de las reivindicaciones étnico-identitarias. La ALE presentó (y fue aprobado por la Comisión Europea) un proyecto de disgregación de Europa y su reorganización en comunidades étnica y lingüísticamente homogéneas; proyecto ratificado por las organizaciones pertenecientes (En España el BNG,EAyERC).

En marzo de 2004, tras ratificar una alianza estratégica con los Verdes alemanes (Die Grünen), presenta una actualización del mismo proyecto donde el mapa europeo aparece más fragmentado con la incorporación, junto a las "comunidades étnicas y lingüísticas" de nuevas regiones emergentes cuya única justificación es debilitar los grandes Estados europeos.

Pero para quien crea que éste es un proceso que padece únicamente nuestra vieja España, sirva de ejemplo el Movimiento Autonomista de Silesia; un partido artificial, sin historia, levantado a golpe de talonario en una región sin identidad definida, ni cultural, lingüística o étnica, habitada por alemanes, polacos y checos, donde no existe sentimiento nacionalista alguno contra Polonia, y cuya única reivindicación consiste en «conseguir una autonomía administrativa y fiscal en la "Europa de las regiones" al estilo de la que disfrutan Cataluña o los lánder alemanes».

¿La inspiración y ejemplo del MAS?: El PNV de Arzallus. ¿Su fuente de ingresos?: el BMI (ministerio del Interior alemán).

La UFCE

La UFCE (FUEV en alemán) -dirigida por Joseph Martray, miembro del Comité Consultivo de Bretaña bajo el gobierno pro nazi de Vichy proviene del Congreso de Nacionalidades alemán que perseguía reunificar los linajes germanos tras la desmembración del IIo Reich en 1919. Esto explica por qué esta "prestigiosa" institución europea defiende los derechos de los germanoparlantes de Bélgica pero no, por ejemplo, a los gitanos de Europa.

Aunque la dirección del UFCE es formalmente internacional, con representantes de Suiza, Italia, Croacia, Bélgica, Dinamarca, Inglaterra, etc., por supuesto todos pertenecientes a "minorías étnicas", un año más tarde, su congreso (49°) se celebró en el castillo polaco de Kamien Slaski. Un alto funcionario del ministerio del Interioralemán, Detlev Rein, presidía el evento.

En mayo de 2003, la Unión Federalista de Comunidades Étnicas (UFCE) celebró en Bolzano su Congreso anual. La ciudad elegida no era casual. Bolzano, capital de la provincia homónima en la región italiana del Trentino-Alto Adigio, alberga uno de los movimientos secesionistas más activos directamente vinculados a Berlín (Bolzano formó parte del Imperio austríaco, llegando a pertenecer directamente a Baviera antes de la invasión napoleónica, hasta que fue incorporada a Italia tras la Ia Guerra Mundial).

A este concilio asistieron, entre otros, John Packer, comisario de la Organización para laSeguridad y Cooperación Europea (OSCE), responsable del "problema de las minorías en Europa"; Ulrich Bohner, alto cargo del Congreso de Poderes Locales y Regionales de Europa (CPLRE), y Jochen Welt, representante gubernamental germano para los Refugiados y Minorías Alemanas en Europa.

EL ECMI

El Centro Europeo para la protección de las Minorías Étnicas (ECMI) es una organización financiada por Alemania, Dinamarca y la región de Schleswig- Holstein. Su tarea es analizar y proponer resoluciones a los conflictos que enfrentan regiones y

«naciones sin Estado» en el seno de la UE. Actúan como un grupo de presión impulsado por el ministerio del Interior alemán ante el Consejo de Europa.

La ECMI comparte prácticamente sede con la UFCE. Fue fundada por Manfred Carstens, alto funcionario del servicio de inteligencia del BMI, el ministerio del Interior alemán.

Es un organismo cuyo papel es el de "servir de intermediario entre el grupo identitario rebelde y el Estado al que pertenece".

El 31 de marzo de 2004, al día siguiente de la clausura del Congreso del ALE que aprobó la actualización y radicalización del proyecto de fragmentación étnico-lingüístico de Europa, Marc Weller, director del ECMI y agente del BMI, citó a la dirección del UFCE literalmente "a una reunión de trabajo para definir los objetivos de la próxima etapa y repartir las tareas entre los dos institutos".

Es curiosa la concepción de «minorías étnicas» y «lenguas minoritarias» propugnada por dichas organizaciones: Son reconocidos los derechos del pueblo y la lengua soraba (dels.VII y 20.000 individuos) pero no los de 5 millones de turcos en Alemania, 3,5 millones de argelinos en Francia o el medio millón de marroquíes en España.

Tampoco se reconocen las lenguas «sin anclaje territorial»: mientras que se reconoce, promueve y financia en la administración y la enseñanza el bretón, el cornuallés o el occitano (en proceso de «normalización académica»), incluso el mirandés (una variantedel bable hablada en Miranda de Duero)

Fundaciones alemanas financian la fragmentación

Al igual que existen fundaciones «benéficas» que promueven la democracia, como la Fundación Erhard, o K. Adenauer (esto es, financian a diversos partidos en Europa en función de los intereses de las grandes potencias, particularmente EEUU y Alemania), los partidarios del nacionalismo étnico también tienen las suyas.

Bajo la apariencia de una fundación pública, la Wolfgang von Goethe en realidad es una entidad privada fundada por Alfred Toepfler, un empresario de Hamburgo que financió a las SS y colaboró con los servicios secretos nazis en la promoción de los movimientos étnico-separatistas en Alsacia y Bretaña. Como oficial de los servicios de Información y en estrecha colaboración con su superior, el general de las SS Werner Best, Toepfler trabajó activamente en apoyo de los movimientos separatistas filo-nazis de Bretaña, Alsacia y Flandes.

La fundación de Toepfler gozó de apoyo político y amparo por parte del Estado alemán a cambio de co-financiar las organizaciones para la defensa de los derechos de las minorías alemanas en el mundo, y particularmente en Europa. Es a partir de principios de los 90, con la convergencia de intereses, ojetivos, pero también personales, como la fundación de Toepfler adquiere un nuevo impulso y se convierte en instrumento perfecto para la financiación indirecta del Estado alemán de las organizaciones separatistas sobre criterios étnicos en toda Europa.