Ya hay acuerdo. Tras meses de arduo trabajo y de conversaciones más y menos fructíferas, los negociadores de la Unión Europea y el Reino Unido han alcanzado un pacto para evitar el denominado Brexit duro. Así, el próximo 31 de octubre, y si el Parlamento británico acepta, se consumará la salida ordenada del Reino Unido.

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Boris Johnson, Angela Merkel y Emmanuel Macron
"Los debates de los últimos días han resultado, en ocasiones, difíciles", reconocia el jefe negociador de la Unión, Michel Barnier. "Pero hemos cumplido con nuestras obligaciones. Y lo hemos hecho juntos. Permítanme decir con toda franqueza que para mí, desde el primer día, desde hace tres años, lo que realmente me importaba eran los ciudadanos. Lo que realmente importa son los ciudadanos de Irlanda del Norte y de Irlanda. Lo que realmente importa es la paz".


Irlanda del Norte en el nuevo acuerdo

En efecto, la cuestión de las dos Irlandas ha sido siempre el principal escollo a superar entre ambas partes. Según el nuevo acuerdo alcanzado, Irlanda del Norte quedaría en territorio aduanero británico (los controles se harán en suelo británico), beneficiándose de sus políticas comerciales y manteniendo ciertas normas del mercado único europeo. Además, el Parlamento de Irlanda del Norte podrá decidir dentro de cuatro años si desea seguir aplicando las reglas de la Unión Europea o no.

El anuncio oficial de Barnier no cogió por sorpresa a nadie, ya que poco antes el presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker se encargaba de dar la esperada noticia a través de Twitter. También hacía lo propio el primer ministro británico, Boris Johnson, que recordaba que aún falta la aprobación del Parlamento. Por lo pronto, el líder de la oposición Jeremy Corbyn ya ha dejado claro que el acuerdo alcanzado es "peor aún que el de Theresa May". La puerta del Brexit está por fin abierta, pero Reino Unido aún no la ha cruzado.