Después de los transgénero llegan los transespecie, una nueva tribu, con su correspondiente lobby para imponer los derechos de los animales atrapados en cuerpos de hombre. ¿Tendremos leyes de identidad de especie? Los gobernantes de Occidente son muy capaces.
© Canal de televisión P· NRKNano hace visibles a los trans-especies en la cultura de la diversidad y los nuevos derechos.
Quizá la sociedad no está siendo lo bastante acogedora con la diversidad. Quizá se está quedando corta con los derechos exclusivos para tantas identidades víctimas de la genética. Quizá la discriminación positiva, las cuotas en empresas y administraciones públicas, las guías escolares, las campañas institucionales contra la fobia, el
bullying y el
mobbing, o la vigilancia de un lenguaje inclusivo en los medios, estén dejando en la cuneta a otras personas atrapadas en cuerpos extraños, esa pandemia de nuestro tiempo.
Es el caso, por ejemplo, de
este gato noruego atrapado en el cuerpo de una mujer de 20 años.
¿Qué pasa con sus derechos trans-especies?
¿No hay
un pase de Metro gratuito para
Nano - que así se llama - ? ¿No hay
Whiskas en el Burger King? ¿No tiene derecho a una cubeta de arena limpia en los baños públicos? ¿No deberían hacer parques exclusivos y vallados, donde Nano ronronee y se revuelque, a salvo de los perros? ¿No deben aprender los reclutadores a maullar como este minino de Oslo en las entrevistas de trabajo?
Su cuerpo de mujer es un accidente, una fatalidad del destino, "un error genético", como ella misma explica en
esta entrevista para el canal noruego de televisión
P3 NRK, con más de dos millones de visitas en
Youtube:
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