Contra Argentina y Venezuela se ha desatado un "golpe de Estado blando", denuncia el Centro de Militares para la Democracia Argentina (Cemida). Es la respuesta de EE.UU. a la "manifestación de independencia al mandamiento capitalista", asegura el grupo.

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© Victor R. Caivano (AP)
Decenas de miles de personas desafían a la lluvia en Buenos Aires para recordar al fiscal Nisman, un mes después de que apareciera muerto en su departamento.

"Manipulación psicológica", "operativos de prensa", "agresiones económicas" y "el control por parte de organismos internacionales" son solo algunos de los instrumentos que se usan en "el brutal ataque", alerta el Cemida a través de un comunicado. Desde su punto de vista, el fin es "instalar mundialmente un capitalismo liberal fundamentalista e integrista aplicado a las personas, a los países y a las sociedades en provecho de unos pocos".

No es casual que los principales organismos internacionales ordenen abrir los mercados, mientras los países 'líderes' que los dirigen originan todo tipo de perjuicios a los países menores con los subsidios que otorgan, en especial, a sus propias producciones primarias, destaca el centro. Los "grandes emporios político-económicos" emplean la globalización y la concesión de un poder desmesurado a las organizaciones privadas, especialmente a las financieras, como instrumento para producir una caída de la independencia y del poder efectivo de Estados soberanos, insiste la organización.

El esquema tiene "cómplices locales", insiste el comunicado. El documento detalla que ocupan cargos tanto dentro del Gobierno como dentro del Congreso Nacional y que van regularmente a la Embajada de EE.UU. y viajan a Washington para "recibir directivas y para informar en privado a sus mentores". Según el Cemida, el intento del golpe blando se debe a la lucha por los mercados globales y los recursos naturales estratégicos, como la energía, el petróleo, los minerales, los ecosistemas, los alimentos y el agua potable.

Venezuela "originó la alarma imperial", porque "se atrevió a propugnar un socialismo del siglo XXI, por el peligro de que ese ejemplo se propague", explica el grupo. En el caso del Gobierno de Cristina Fernández, se dan unos "errores imperdonables contra el sistema" más concretos: la nacionalización de los fondos de pensiones AFJP, del servicio de correos, de Aerolíneas Argentinas y de la petrolera YPF que poseía la española Repsol y más acuerdos de cooperación económica con Rusia y China.

La conclusión de los militares argentinos la confirma también el expresidente de Paraguay, Fernando Lugo. Los tentáculos "del pulpo grande del norte" se sienten todavía en toda Latinoamérica, insistió el exmandatario en una entrevista a 'Prensa Latina'. Hay pruebas evidentes de la injerencia de EE.UU. en Venezuela, dirigida a desestabilizar y golpear al proceso bolivariano, insistió.

Amenazan a un periodista que indagaba conexión de Nisman con agentes de la CIA

Desde el 12 de febrero, el ex columnista de Clarín, Juan Cruz Sanz, es custodiado las 24 horas del día por la Policía Metropolitana de Buenos Aires. Así lo informó ayer el transandino Periódico Tribuna, señalando que Sanz fue amenazado por investigar el vehículo del fiscal del caso AMIA, Alberto Nisman. "Prefiero no mediatizar el tema", fueron las escuetas palabras del joven periodista de Infobae tras presentar una denuncia formal ante la jueza María Romilda Servini de Cubría.

Hace un par de semanas, Sanz reveló detalles inéditos sobre el lujoso automóvil Audi que utilizaba Nisman para movilizarse, el cual todavía sigue estacionado a las afueras del edificio Le Parc de Puerto Madero, en donde encontraron muerto al fiscal.

El periodista amenazado descubrió que el título de propiedad del vehículo es de una empresa cuyo dueño está vinculado con un ex agente de la inteligencia estadounidense.

Como replicó Telam, el auto negro marca patente MPC641 le pertenece a Palermopack S.A., firma de la cual es gerente Fabián Anibal Picón. El socio de éste, Eugenio Ecke, con quien comparte domicilio fiscal, es sindicado en Argentina como la "cara visible" del ex agente de la CIA, Frank Holder, acusado de desestabilizar al gobierno de Lula da Silva.

Pero los dudosos contactos del fiscal que acusó de encubrimiento a la presidenta Cristina Fernández no terminan ahí, puesto que Fabián Aníbal Picón es yerno de Hugo Anzorreguy, el ex jefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) que durante el gobierno de Menem fue acusado de desviar la investigación del ataque a la mutual judía de la AMIA.

Por si fuera poco Ecke, el socio de Picón, es jefe de seguridad del grupo de inversionistas Exxel, la cual fue implicada entre otras empresas en la causa por escuchas telefónicas ilegales a familiares de las víctimas de la AMIA. ¿Quién sustanció esa causa? El propio Nisman.

"¿Por qué Nisman, titular de la Unidad AMIA, utilizaba un auto de una empresa vinculada a alguien que investigó? ¿Por qué Nisman utilizaba un auto del yerno del acusado de desviar la causa AMIA?", preguntó el periodista Juan Cruz Sanz a través de su cuenta de Twitter, la cual fue inhabilitada momentáneamente luego de hacer públicos sus hallazgos.

Los cuestionamientos de Sáez, quien incluso ha sido crítico del gobierno kirchnerista, fueron refrendados por el diputado provincial de Nuevo Encuentro y ex interventor de la Policía de Seguridad Aeroportuaria de Argentina, Marcelo Saín, en Página/12.
"Lo concreto es que el fiscal Nisman andaba en un auto de una contratista de la CIA. Me impresiona, aunque siempre he dicho que Nisman era un empleado de la Secretaría de Inteligencia que, a su vez, bajo la mano de (Antonio) Stiuso, era una sucursal de la CIA", declaró el parlamentario.
Recordemos que, según reveló el periodista Santiago O'Donnell en sus libros "Argenleaks" y "Politileaks", el fiscal Nisman recibía órdenes periódicas de la embajada de Estados Unidos para acotar su indagatoria de la AMIA única y exclusivamente a los iraníes, a quienes acusó de complotarse con el gobierno argentino para ocultar la verdad de lo ocurrido ese fatídico 18 de julio de 1994 en calle Pasteur.