Se llama Rademenes, vive en una protectora de animales de Polonia y ayuda a perros y gatos enfermos a recuperarse después de la cirugía.
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Sus dueños le trajeron a la protectora en el año 2014, el gato estaba muy enfermo, tenia dos meses de edad y querían practicarle la eutanasia. Padecía una infección en los pulmones muy grave y tenía poca esperanza de vida.

Por eso, veterinarios de la protectora decidieron aislar el gato de otros animales. Pero a pesar de todo esto, el gato lucho y sobrevivió, se recuperó y desde entonces, Rademenes, trabaja como "enfermero".

En cuanto en la protectora aparece un animal enfermo, perro o gato, Rademenes se acerca, intenta abrazarlos y darles su calor, incluso les lame las ojeras, según cuentan los veterinarios de la protectora.

¡Gran gato con gran corazón!
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