¿Qué son a ciencia cierta las enfermedades autoinmunes? Son un desorden causado por una respuesta inapropiada del sistema inmune que decide atacar al mismo organismo. Es decir, podríamos compararlo a una especie de golpe de estado, donde los soldados, en lugar de defender a los cuerpos de virus, bacterias y antígenos en general comienzan a atacar a nuestro propio cuerpo y tejidos. Esta respuesta se considera disfuncional.

Aunque esto puede sonar complicado, en este artículo trataremos de explicarlo de la manera más simple posible. Nuestro sistema inmune en lugar de defendernos de los agentes externos desata una guerra atacando a nuestro organismo, se destruye a sí mismo.

tejidos afectados enfermedades autoinmunes
© Vida Lúcida
En un desorden autoinmune, el cuerpo confunde los tejidos sanos con invasores externos, los ataca y los destruye. Las siguientes son algunas de las más comunes de las enfermedades autoinmunes:
  • Lupus
  • Miastenia Gravis
  • Síndrome de fatiga crónica
  • Artritis reumatoide
  • Esclerosis múltiple
  • Polimiositis
  • Púrpura tombocitopénica
  • Enfermedad deLou Gehrig o ALS
  • Fibromialgia
  • Enfermedad de Grave
  • Enfermedad de Crohn
  • Síndrome Miofacial
  • Enfermedad indiferenciada del tejido conectivo
  • Síndrome de Sjorgren
Las alergias, aunque son una respuesta autoinmune, no están clasificadas dentro de las enfermedades autoinmunes. En este caso una sustancia inofensiva como el polen es confundido por el sistema inmune con una sustancia potencialmente peligrosa y como resultado puede reaccionar agresivamente produciendo síntomas indeseables.

El sistema inmune de los seres humanos es bastante complejo. Nuestros glóbulos blancos o linfocitos son responsables de pelear en contra de las infecciones. Dentro de estos tipos de glóbulos blancos hay varios tipos de células T.

En el caso de las enfermedades autoinmunes, la delicada interacción entre todos los componentes del sistema inmune se pierde. En algunos casos, como en la artritis reumatoide, el lupus y el envejecimiento, notamos que las células T asesinas muestran una respuesta debilitada a los invasores externos. Hay también condiciones de inflamación crónica que se asocia a esto, que es la evidencia de que el sistema inmunológico está tratando de pelear contra lo que cree que es un invasor.

En el caso de la Esclerosis Múltiple, la forma en la que el cuerpo se ataca a sí mismo es destruyendo la capa de mielina que cubre las fibras nerviosas. Esta destrucción deja cicatrices o placas que producen una especie de cortos circuitos en las señales eléctricas que son conducidas a través de estas fibras.

Es claro por los resultados arrojadas que para prevenir los efectos de las enfermedades autoinmunes necesitamos hacer básicamente dos cosas: combatir el estrés oxidativo producido por los radicales libres y balancear la respuesta del sistema inmunológico.

¿Existe algo natural capaz de encargarse de ambos aspectos a cubrir?

El glutatión para revertir el estrés oxidativo

Existe una enorme cantidad de investigaciones acerca de las propiedades antioxidantes del glutatión. El glutatión es en sí una pequeña proteína que se produce en el interior de las células y está involucrado en cientos de funciones en el organismo, entre las más importantes podemos encontrar: protegernos contra el estrés oxidativo, regular las funciones del sistema inmunológico y desintoxicar el organismo.

El glutatión es el antioxidante más importante de nuestro cuerpo, sin el cual, muchos antioxidantes externos no podrían ser bien aprovechados.

Es en este sentido que podemos revertir el daño provocado por las enfermedades autoinmunes reduciendo el estrés oxidativo y elevando los niveles de glutatión en el organismo.

Balanceando nuestro sistema inmunológico con el Glutatión.

Se ha comprobado cínicamente que elevar los niveles de glutatión ayuda a mejorar la respuesta del sistema inmune. No se debe tener miedo de elevar los niveles de glutatión. En muchas ocasiones se suele pensar que si se mejora la respuesta inmune puede ser contraproducente y agravar la enfermedad.

Los estudios realizados muestran todo lo contrario. El glutatión es una molécula muy pequeña. En personas con problemas autoinmunes o un sistema inmune debilitado se han encontrado niveles mucho más bajos de glutatión.

Cuando alguien que padece una enfermedad autoinmune consume glutatión, el glutatión funciona como un regulador de las funciones inmunológicas y ayuda a re balancear el sistema inmunológico. La mejor explicación de lo que ocurre es la siguiente:

En un sistema inmune con un funcionamiento óptimo, hay niveles normales de todos sus componentes, como los glóbulos blancos, los diferentes tipos de células T, células B, etc., pero ¿qué es lo que hace el glutatión para mantener todos estos niveles adecuados?

Existen células que podemos llamas de "avanzada" que el sistema inmune envía para determinar si un tejido o sustancia es amigo o enemigo. Estos son llamados citoquinas. Las citoquinas causan inflamación, por lo cual muchas de las enfermedades autoinmunes son conocidas por algún tipo de inflamación. Lo que el glutatión hace es mantener a las citoquinas equilibradas, así que deja de atacar al cuerpo para atacar a los agentes externos, así las células asesinas solo terminan destruyendo lo que verdaderamente puede causar daño.

El glutatión, básicamente, sabe qué hacer y está bastante ocupado haciéndolo, corrigiendo el desbalance que una persona pueda llegar a tener, ya sea que tenga las defensas bajas o una enfermedad de índole autoinmune.

Existe resientes estudios sobre el tema, que investigan la importancia del glutatión en estos temas. Puedes ver uno de ellos titulado "Glutatión: Una clave importante en la autoinmunidad" publicado en la Librería Nacional de Publicaciones Médicas de Estados Unidos haciendo clic aquí.

En conclusión, existen dos condiciones que afectan gravemente a las personas con enfermedades autoinmunes: el estrés oxidativo y el desbalance del sistema inmunológico. Ambas condiciones puedes ser tratadas adecuadamente elevando los niveles de glutatión