El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, acusó a la OTAN de dobles estándares tras la reacción de la Alianza a la decisión de Ankara de comprar sistemas de misiles antiaéreos S-400 rusos.
s-400 turkey
© Sputnik/ Alexey Malgavko
La vicesecretaria general de la OTAN, Rose Gottemoeller, afirmó con anterioridad que el sistema de misiles antiaéreos S-400 de fabricación rusa es incompatible con los sistemas de defensa antimisiles de la Alianza y deben tenerlo en cuenta quienes decidan comprar armas a Rusia.
"Aquellos que nos critican por la compra de S-400 para la lucha contra el terrorismo, que se miren a ellos mismos; ¿por qué no dicen nada sobre los S-300 que tiene Grecia y a nosotros nos dicen que es un paso incorrecto?", dijo.

Comentario: Porque Grecia se encuentra firmemente bajo las garras de EEUU, para ellos no representa ningún riesgo que Grecia decida mantener armamento de fabricación rusa. Turquía, por otro lado, es en este momento una nación clave para los planes que Washington tiene en lugares como Siria e Irán.


En diciembre del año pasado Rusia y Turquía firmaron en Ankara un acuerdo sobre el suministro de dos baterías del sistema S-400.

El ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, había comentado que su país ha sido objeto de críticas y hasta amenazas por la decisión de comprar armamento antiaéreo a Rusia.

Turquía es miembro de la OTAN desde 1952.

El sistema antiaéreo S-400 Triumf (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos.

El S-400 tiene un alcance de hasta 400 kilómetros y puede destruir blancos a alturas de hasta 30 kilómetros; por sus prestaciones, este sistema pertenece a la generación 4+ y es el doble de eficaz que sus antecesores.