El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció que un grupo de empresarios de Turquía invertirán en los diferentes campos de la economía de su país, como parte del impulso de las relaciones bilaterales que mantienen ambas naciones.
"Hemos venido articulando una red de empresarios turcos que van a invertir en el campo de la producción agrícola, oro, turismo y otras dimensiones en lo económico", informó Maduro durante una entrevista transmitida por el canal del estado Venezolana de Televisión.
El mandatario venezolano se encuentra en Turquía, donde asistió el 9 de julio al acto de toma de posesión de su homólogo, Recep Tayyip Erdogan.
"Estamos fortaleciendo las relaciones que van aceleradas y van muy bien en todos los campos en la cooperación comercial, en el campo del oro, del suministro de petróleo, nuevos contratos que se van a firmar muy pronto, la relación con Turquía comienza a ser modélica para la nueva etapa de lo que Venezuela necesita", acotó.
Maduro resaltó que Turquía es una potencia emergente de la región euroasiática, por lo que está convencido que con el nuevo Gobierno de Erdogan
se consolidarán las relaciones en el mundo multipolar.
Comentario: A Estados Unidos no deja de crecerle los enanos, aunque tampoco es la primera vez que Venezuela y Turquía llegan a acuerdos. La siguiente noticia es del 2017:
EEUU, en particular, y Occidente en general, debería empezar a aceptar que el mundo unipolar que ha tratado de imponer todo este tiempo ha fracasado y que debe adaptarse al nuevo mundo multipolar que gracias a países como Rusia o China es cada vez más real:
La realidad es un sistema abierto
Según la lógica del "imperio", las naciones deben mantenerse luchando entre sí en un sistema cerrado de escasez absoluta. En lugar de superar creativamente esos límites descubriendo nuevos principios del universo y creando nuevas fuentes de energía como la fisión nuclear, la energía de fusión termonuclear, o desalando el agua de los océanos para hacer que los desiertos sean verdes, a las naciones se les ha dicho, de manera bastante arbitraria, que la "escasez" (también conocida como "la ley de rentabilidad decreciente") debe ser respetada y, al igual que las bestias, adaptada a un paradigma de supervivencia del más fuerte. Esta lógica ha sido utilizada para manipular a los idiotas con poder político para que iniciaran casi todas las guerras innecesarias durante el último siglo, y está en el corazón de la mayoría de los conflictos actuales.
Hoy en día, nuevas fuentes de energía y megaproyectos creativos esperan la voluntad política de superar los límites encontrados a causa de nuestra actual adicción a los "recursos limitados" como los combustibles fósiles. Además de la perspectiva de conectar a los países euroasiáticos en una "Nueva Ruta de la Seda", y conectarla con las Américas a través del Estrecho de Bering, la próxima frontera del progreso humano no se encuentra en la Tierra, como Mackinder suponía cínicamente, sino en la perspectiva de una exploración espacial ilimitada, la industrialización lunar y de Marte y la defensa contra asteroides.
Éstas no son "fantasías utópicas", sino políticas más bien activas que ya están siendo aplicadas por naciones líderes como China y Rusia. [...]
Cuando la especie humana ha demostrado tan consistentemente su capacidad para descubrir las leyes del universo en beneficio de la humanidad, y cuando el universo ha demostrado una abundancia tan ilimitada de nuevos principios por descubrir, ¿cómo podría alguien en su sano juicio creer que vivimos en un mundo de escasez y materialismo? Ahora que naciones enteras se mueven en una nueva dirección que está en armonía con las leyes de la naturaleza que exigen que la cooperación, la paz y el desarrollo tengan prioridad sobre la tiranía, la guerra y la ignorancia, ¿por qué elegiríamos no cambiar nuestro paradigma para tener un futuro digno y emocionante en el que valga la pena vivir?
Extracto del artículo:
La geopolítica de Mackinder contra la Nueva Ruta de la Seda de Xi Jinping: La realidad no es un sistema cerrado
Comentario: A Estados Unidos no deja de crecerle los enanos, aunque tampoco es la primera vez que Venezuela y Turquía llegan a acuerdos. La siguiente noticia es del 2017: