La fábrica de la compañía estadounidense Westinghouse que se dedica a la producción de combustible para plantas nucleares sufrió una fuga de uranio radioactivo en EEUU.
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En particular, el material radioactivo salió por una grieta de ocho centímetros de ancho y 1,82 metros de profundidad, informa el medio The State. La Comisión de Regulación Nuclear de EEUU (NRC, por sus siglas en inglés) se enteró de la fuga el 12 de julio.

Mientras tanto, desde el Departamento de Salud y Control Ambiental declararon que no tienen razones para pensar que el uranio haya salido de las instalaciones de Westinghouse o que haya alcanzado fuentes de agua destinadas al consumo humano. Por lo tanto, se esperará a conocer los resultados de los análisis para ver si las aguas subterráneas que desembocan en el río Congaree están contaminadas o no.

Sin embargo, los niveles de contaminación con uranio en el subsuelo de la fábrica superan en 1.300 veces los niveles admisibles, informa NRC. Esta no es la primera vez que la fábrica de Westinghouse está en el foco de atención de la agencia reguladora de EEUU.

Hace más de treinta años que la compañía tiene problemas con la contaminación de las aguas subterráneas y la fábrica es escenario de frecuentes accidentes. Las autoridades emitieron advertencias a Westinghouse este año para que previniera una posible explosión radioactiva.

La empresa prometió entonces tomar medidas, pero los medios afirman que no se emprendieron las acciones necesarias para prevenir las fugas radioactivas.