Traducido por el equipo de Sott.net
Pfizer Vaccine
© Reuters
  • Un documento publicado por Pfizer, aparentemente como resultado de una orden judicial de libertad de información en EE.UU., revela una amplia gama de efectos adversos de las vacunas, previamente desconocidos, recopilados de fuentes oficiales de todo el mundo.
  • Pfizer admite que se trata de "un gran aumento" de los informes sobre efectos adversos y que incluso este enorme volumen está infradeclarado.
  • Se enumeran más de 100 enfermedades, muchas de ellas muy graves.
  • Este documento fue compilado por Pfizer en los primeros días del despliegue de la vacuna en Nueva Zelanda, pero posiblemente no fue suministrado a nuestro gobierno.
  • Examinamos las implicaciones para el gobierno.
Hasta ahora, los médicos de cabecera y los hospitales de Nueva Zelanda han recibido una hoja informativa de Pfizer en la que se enumeran 21 posibles efectos adversos como consecuencia de la vacunación.

Todos ellos son leves y no requieren más tratamiento que reposo, a excepción de las reacciones alérgicas graves, miocarditis y pericarditis (inflamación del corazón). Como resultado, la mayoría de los miles de neozelandeses que han declarado efectos adversos tras la vacunación han sido enviados a casa con poco más que el consejo de tomar aspirina y descansar. A algunos se les ha dicho que sus afecciones pueden ser episodios médicos no relacionados, psicosomáticos o debidos a la ansiedad por su parte.

Basándose en la breve hoja informativa oficial de Pfizer como guía, Medsafe, nuestro organismo regulador de medicamentos en Nueva Zelanda, sólo ha aceptado una de las más de 100 muertes que se le han comunicado como relacionadas con la vacuna. La mayoría figuran como no relacionadas, bajo investigación o desconocidas. Por el contrario, el Foro de Salud de Nueva Zelanda y otros grupos han recogido informes no oficiales de efectos adversos y muertes próximas a la vacunación. De los más de 670 informes de muerte recopilados por el Foro, 270 ya han sido investigados por profesionales médicos y están estrechamente relacionados con los efectos adversos conocidos. Tras la publicación del nuevo documento de Pfizer se espera que muchos más estén relacionados con la vacuna. Los informes describen síntomas como dolor en el pecho, niebla cerebral, fatiga extrema, síntomas neurológicos, taquicardias, derrames cerebrales, ataques cardíacos y muchos más. Los datos recogidos sugieren que hasta dos tercios de las consultas sobre acontecimientos adversos realizadas al personal médico por los receptores de las vacunas no se han notificado al CARM, el sistema de notificación de acontecimientos adversos de Nueva Zelanda. El propio Medsafe estima en su Guía para la Notificación de Reacciones Adversas que en Nueva Zelanda sólo se notifican el 5% de los acontecimientos adversos. En consecuencia, el público neozelandés desconoce por completo el alcance de los posibles riesgos de la vacunación.

El documento de Pfizer que acaba de publicarse y que está siendo ampliamente difundido en el dominio público y puede descargarse de los sitios web se titula:
5.3.6 ANÁLISIS ACUMULATIVO DE LOS INFORMES DE EVENTOS ADVERSOS POSTERIORES A LA AUTORIZACIÓN DE PF-07302048 (BNT162B2) RECIBIDOS HASTA EL 28 DE FEBRERO DE 2021
Por tanto, los efectos secundarios notificados son anteriores al lanzamiento de la vacuna en Nueva Zelanda. El informe en sí fue finalizado por Pfizer el 30 de abril de 2021. ¿Proporcionó Pfizer esta información a nuestro gobierno durante los primeros días de nuestro programa de vacunación universal? Si es así, los resultados deberían haber sido compartidos con nuestros profesionales médicos, políticos y con el público. Muchos de los más de 100 nuevos tipos de efectos adversos enumerados ahora por Pfizer en este documento de 38 páginas suponen riesgos a largo plazo para la salud. Hasta hace muy poco, el documento era retenido por Pfizer, que mantenía que debía ser confidencial. Existe una gran posibilidad de que un gran número de neozelandeses sufran daños a largo plazo como consecuencia de ello.

¿Cómo ha ocurrido esto sin que nadie lo sepa?

A pesar de que la vacuna de Pfizer había sido sometida a ensayos muy breves y de que sólo contaba con una aprobación provisional, Medsafe no actualizó su sistema de notificación de efectos adversos (CARM) para hacerlo obligatorio en lugar de voluntario.

Medsafe no aconsejó a los médicos de cabecera y al personal de los hospitales que estuvieran atentos a los acontecimientos adversos y los notificaran rápidamente y con detalle.

El Gobierno ignoró el número sin precedentes de acontecimientos adversos que se notificaban a Medsafe y que circulaban en la comunidad y en las redes sociales.

El Gobierno instituyó una campaña de relaciones públicas, promoción y medios de comunicación en la que se aconsejaba al público que la vacuna de ARNm Covid-19 de Pfizer era completamente segura y libre de efectos secundarios graves, dando la impresión de que no había efectos secundarios, ni siquiera los conocidos efectos graves de inflamación del corazón que Pfizer ya había admitido.

Inexplicablemente, las condiciones impuestas por el contrato que nuestro Gobierno firmó con Pfizer para el suministro de vacunas no se han hecho públicas. Sospechamos que el contrato contiene cláusulas estándar similares a las que se utilizan con los medicamentos que han completado los ensayos de seguridad, como la disposición de que la discusión pública de los eventos adversos sólo puede llevarse a cabo en conjunto con la empresa que suministra el medicamento. Si este es el caso, habrá obstaculizado a Medsafe y a nuestro Gobierno en su enfoque de la evaluación y discusión pública de los eventos adversos.

¿Cúales son los nuevos riesgos de la vacunación?

Cualquiera que lea la nueva recopilación de informes de eventos adversos de Pfizer se quedará perplejo. La densidad de los términos médicos técnicos y los nombres de las enfermedades se desglosan, sin embargo, en categorías de enfermedades reconocibles y graves: insuficiencia renal, accidente cerebrovascular, eventos cardíacos, complicaciones del embarazo, inflamación, enfermedad neurológica, insuficiencia autoinmune, parálisis, insuficiencia hepática, trastornos sanguíneos, enfermedad de la piel, problemas musculoesqueléticos, artritis, enfermedad respiratoria, trombosis venosa profunda, coágulos de sangre, enfermedad vascular, hemorragia, pérdida de vista, parálisis de Bell y epilepsia.

¿Cómo ha afectado esto a Nueva Zelanda?

Aunque el registro oficial de efectos adversos de Medsafe y las listas no oficiales muestran que los riesgos inmediatos de la vacunación contra la covid podrían ser entre 50 y 300 veces mayores que los de las vacunas tradicionales más arriesgadas (como la vacuna contra la viruela), y aunque se desconocen los efectos a largo plazo, el 90% de los neozelandeses que cumplía los requisitos ha seguido adelante con la vacunación tras aceptar las garantías de seguridad y eficacia del gobierno, o se ha visto obligado a vacunarse bajo la amenaza de perder el empleo y la libertad de movimiento. Al sentir el miedo a la covid que han generado los informes de los medios de comunicación internacionales y locales, la mayoría de las personas que han completado la vacunación han soltado un gran suspiro de alivio: me he quitado una gran preocupación de encima, ahora puedo seguir con mi vida.

Los que comprobaron que no había surgido ninguna reacción inmediata insuperable (la mayoría) estaban comprensiblemente de acuerdo con el gobierno: "¿A qué viene tanto alboroto? ¿Por qué no va a hacerlo todo el mundo, o se le va a obligar a hacerlo? Es un bien social que protegerá a todos".

PERO hay un enorme iceberg en el camino del buen barco Nueva Zelanda oculto bajo las olas de alivio. Miles de personas están sufriendo silenciosamente enfermedades debilitantes, no reconocidas y en algunos casos no tratadas por sus médicos. Para los que han sobrevivido a la vacunación sin lesiones inmediatas esto no ha sido un problema porque no lo sabían, aparte de una o dos quejas de amigos que podrían ser meras coincidencias aleatorias.

Esto ha provocado una división en la sociedad neozelandesa que el gobierno creó en nombre de la seguridad pública. Miles de abnegados servidores de la nación, entre los que se encuentran profesores, trabajadores de la salud y otros, están siendo estigmatizados y obligados a abandonar sus puestos de trabajo de una manera que recuerda horriblemente al trato que recibían los judíos en la Alemania nazi. El gobierno hizo esto a pesar de saber que la vacuna de Pfizer no estaba completamente probada, ni era segura, ni particularmente efectiva. Los jueces dictaron sentencias en los tribunales apoyando los mandatos del gobierno sin conocer los datos cruciales de seguridad de la vacuna de ARNm, todo ello porque Pfizer había ocultado esta información y el gobierno no había hecho su debida diligencia. Si se hubiera conocido la verdadera posición, el análisis de la Carta de Derechos de Nueva Zelanda por parte del Alto Tribunal bien podría haber sido diferente y su disposición que garantiza que todo individuo debe poder tomar sus propias decisiones médicas podría seguir intacta.

Las conclusiones de Pfizer

Pfizer concluye el documento publicado con una declaración: "La revisión de los datos disponibles para esta experiencia acumulada de PM, confirma un balance beneficio/riesgo favorable para BNT162b2". PM significa el conjunto de datos postcomercialización que están evaluando de 42.086 eventos adversos reportados. Pfizer hace esta afirmación de beneficio a pesar de admitir que "se desconoce la magnitud de la infradeclaración". Este documento no contiene más información sustantiva en apoyo de esta afirmación de equilibrio beneficio/riesgo, aparte de una misteriosa referencia al "perfil de seguridad conocido de la vacuna".

El argumento de la relación beneficio/riesgo es, en esencia, decir: la Covid-19 es una enfermedad grave y nuestros cálculos muestran que habrá más personas afectadas por la enfermedad que por la vacuna, por lo que habrá un beneficio neto. Este argumento fracasa debido a al menos tres factores muy importantes:

En primer lugar, las opciones de tratamiento han mejorado y, por tanto, el riesgo de enfermedad grave y muerte por covid se ha reducido considerablemente.

En segundo lugar, el riesgo por covid no está repartido uniformemente. Las personas con comorbilidades (otras enfermedades) y los ancianos tienen un riesgo muy alto. La mayoría del resto de las demás personas tiene un riesgo muy bajo. Por lo tanto, la vacunación podría someter a las personas con bajo riesgo por covid a un riesgo más alto por la vacunación. Los enfoques de educación sanitaria preventiva pueden reducir el riesgo de la covid para las personas con comorbilidades más que la vacunación. Por ejemplo, un estudio publicado en el BMJ descubrió que las personas que siguen una dieta basada en plantas tienen un 73% menos de riesgo de sufrir enfermedades graves. Los datos del Biobanco del Reino Unido han sido analizados por investigadores de las Universidades de Manchester y Oxford y de las Indias Occidentales, quienes descubrieron que los trabajadores por turnos (que suelen tener los relojes biológicos alterados) tienen un riesgo tres veces mayor de ser hospitalizados con covid. Los remedios preventivos incluyen cambios en la dieta, como la introducción de más fruta fresca, verduras y fibra, y la reducción de hábitos poco saludables conocidos, como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol, un estilo de vida demasiado sedentario, el predominio de alimentos ultraprocesados y muchos más.

La tercera razón y más importante, por la que el argumento de la relación beneficio/riesgo se viene abajo, es la enorme variedad de tipos de reacciones adversas observadas por Pfizer y ocultadas hasta ahora.

¿Cómo puede una sola vacuna tener una gama tan amplia de efectos?

Quienes trabajan en terapia génica comprenden las razones técnicas por las que las vacunas de ARNm pueden tener efectos tan amplios en la salud humana. Una función del ADN perfectamente estable es fundamental para la vida. A su vez, la integridad de la función celular es fundamental para mantener el ADN. Las células individuales contienen mecanismos para reparar su propio ADN hasta 70.000 veces al día. Desde esta perspectiva, el estudio de laboratorio in vitro publicado recientemente en Viruses 2021, 13.2056, es indicativo. Sugiere un posible mecanismo de daño de la vacuna. El estudio descubrió que la proteína de espiga se localiza en el núcleo e inhibe la reparación del daño del ADN al impedir el acceso de las proteínas clave de reparación del ADN. Los resultados revelan una posible vía molecular por la que la proteína espiga de la covid podría impedir la inmunidad adaptativa. Subrayan los posibles efectos secundarios de las vacunas con ARNm de longitud completa.

A pesar de un grado de autonomía celular, el sistema nervioso y la fisiología deben funcionar, y de hecho lo hacen, como un todo. Todo el sistema nervioso, incluido el sistema inmunitario, es una red de "parte y todo". El todo está en cada parte, el ADN está en cada célula, pero la función celular también está relacionada con una red genética generalizada e interconectada: el funcionamiento holístico de la red fisiológica es fundamental para su eficacia. Así, la estabilidad de la red fisiológica (la salud) puede verse afectada por la introducción de trozos de código genético activo (instrucciones biológicas) como los que contienen las vacunas de ARNm.

Una analogía lo aclarará. Estamos familiarizados con las redes informáticas. La columna vertebral de la mayoría de los sistemas comerciales es producida por Microsoft. Cada ordenador contiene el sistema de Microsoft y la red también funciona bajo su sistema. El sistema se apoya en el código informático, un conjunto de instrucciones complejas escritas por Microsoft. Los ordenadores individuales pueden realizar tareas independientes y pueden comunicarse con otros ordenadores para que la organización funcione sin problemas. Esto puede compararse con nuestra fisiología. Hay muchos sistemas en el cuerpo: el sistema inmunitario, el sistema circulatorio, el sistema digestivo, el sistema límbico, los mecanismos homeostáticos, la estructura musculoesquelética, las redes neuronales, etc. Aparentemente, realizan funciones independientes, pero todos funcionan sobre la base del mismo código genético contenido en nuestro ADN y se comunican entre sí durante el proceso de mantenimiento de la salud. Volviendo a nuestra analogía: el personal de la oficina a veces se envía mensajes llenos de errores ortográficos entre sí, pero esto no perjudica a la red. Sin embargo, si un virus informático escrito en código es enviado por un ordenador, puede saturar y colapsar el funcionamiento de la red porque afecta al sistema operativo. Algunas redes están protegidas por buenos cortafuegos y otras son vulnerables. La vacuna covid introduce en nuestra fisiología una secuencia de información escrita en código genético. No es de extrañar que pueda provocar una gama tan amplia de efectos adversos, algunos de los cuales son tan graves que son análogos a una caída de la red informática.

Algunos individuos tienen sistemas inmunitarios fuertes y se ven poco afectados, otros experimentan problemas en uno u otro sistema. El hecho de que se haya introducido una secuencia de código extraño en la fisiología produce importantes riesgos para la salud, riesgos que conocen muy bien quienes trabajan en terapia génica desde hace algunas décadas.

La amplísima gama de efectos adversos revelada por el documento de Pfizer es la firma fisiológica de un fallo del sistema de control general, un fallo de la integración y la función global del organismo. No es plausible sugerir lo contrario. Por eso, los expertos en genómica, incluso mientras escribo, se plantean cuestiones fundamentales sobre la acción y la seguridad de las vacunas de ARNm. Además, piden que se actúe con cautela.

Conclusión

El gobierno de Nueva Zelanda acordó condiciones comerciales con una sola empresa para el suministro de vacunas. Es posible que se haya ocultado información vital. Se mantuvo al público en la ignorancia de los riesgos conocidos. Esto ha dividido a nuestra sociedad y ha socavado nuestra tolerancia neozelandesa fundamental sobre la base de datos de seguridad no sólo incompletos, sino también engañosos. El gobierno está dormido al volante. Sabiendo muy bien que los ensayos de seguridad eran incompletos, el gobierno aparentemente aceptó la información suministrada por los intereses comerciales multinacionales al pie de la letra. Este debería ser un punto de "nunca más". Hay que aprender grandes lecciones y se debe pedir disculpas a toda la población. Las disposiciones del Código de Derechos de Nueva Zelanda deberían tener rango constitucional. Las imposiciones de vacunación deben ser retiradas y los afectados deben ser compensados. La propuesta de vacunar a los niños de 5 a 11 años debería detenerse.
El doctor Guy Hatchard es estadístico y exdirector de Genetic ID, un laboratorio mundial de pruebas y certificación de seguridad alimentaria. El libro de Guy 'Your DNA Diet' ("Tu dieta de ADN") está disponible en Amazon.com.