Añadir más desorden al desorden puede reducir el desorden total. Esto, que es contraintuitivo, puede suceder a veces a nivel molecular. Así lo han comprobado científicos israelíes y eslovenos, que han combinado el desorden térmico, la entropía, con el desorden estructural, es decir,
defectos en un sistema idealizado que pueden cambiar sus propiedades, entre dos sistemas de moléculas cargadas. A nivel social y económico es una propiedad que se conoce como 'antifragilidad'.
© Erbium TeamCaos cuántico en gas ultrafrío
El desorden puede producir orden, en determinadas circunstancias. Si usted cogiera los trastos del fondo de su armario y los mezclar con la ropa sucia del suelo, tendría un follón aún mayor. Si bien este principio es probable que siempre se cumpla en nuestros dormitorios
, resulta que en ciertas situaciones, los líos combinados pueden reducir el desorden total.Un equipo internacional de investigadores de Eslovenia e Irán ha identificado un conjunto de condiciones en las que la adición de desorden a un sistema hace que esté más ordenado. Este comportamiento se conoce como
antifragilidad, un concepto introducido recientemente para describir fenómenos similares en las estadísticas, la economía y las ciencias sociales.
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