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Hemos notado que las distintas opiniones referentes a los escenarios políticos por parte de la población y la sociedad en general casi siempre van dirigidas a quienes rodean a los jefes de administraciones centrales o gobiernos. Pero para poder comprender lo que más adelante describiré, debemos acentuar la mirada en el protagonista que tiene a su cargo la conducción de grupos de personas.
En estos espacios nos encontramos, la mayoría de las veces, con la figura del manipulador o psicópata. De no ser psicópata, un líder es un individuo que dirige personas y basa su poder en el consenso y en el debate. El psicópata no piensa como él, no es empático (ponerse afectivamente en el lugar del otro). Es un depredador insaciable y feroz.
Podemos aventurarnos a decir que el psicópata nace con una mirada "cosificadora", con un pensamiento cosificador del otro. Cosificar es quitarle al otro la jerarquía de persona. Es considerarlo un objeto. El rasgo "cosificación" es una de las fisonomías esenciales en la psicopatía.
Entonces, la cosificación del otro es quitarle los atributos que hacen a las personas semejantes a uno. Es una postura psíquica profunda de valores sobre el otro. Los demás son, para él, "cosas" a ser utilizadas para sus propósitos. Por lo tanto un psicópata con poder está en su salsa. Su natural amor por si mismo, le restituye una y otra vez un retrato engalanado que argumenta su accionar; no hay grieta en su mente para el error propio. Sin error no hay arrepentimiento y sin arrepentimiento no hay corrección del rumbo, sino persistencia.
Comentario: De momento el cisma social que se vive en el pais y las revueltas siguen su curso, no sabemos si este corte de la red es definitivo aunque si parece que no ha ocurrido en todos lados. Esperemos a ver como se siguen desarrollando los acontecimientos.