Las últimas evidencias publicadas demuestran la falsedad de la acusación contra el Gobierno sirio por un supuesto ataque con sustancias químicas en la región de Duma, cercana a Damasco, en abril del 2018.
No de manera casual, los desmentidos surgen del propio seno de las Organización para la prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) y en en la más reciente ocasión fueron emitidos por el experto Iyan Henderson y confirman las denuncias de Siria y Rusia, entre otros basadas en documentos y datos desestimados en todo momento por Estados Unidos, Reino Unido y Francia en el seno del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
A fines del 2019, hasta el español Fernando Arias, actual director de la mencionada organización, presuntamente independiente pero activa colaboradora de la ONU,
criticó el informe final sobre esos hechos tras divulgarse detalles sobre manipulación, falta de pruebas e impedimentos organizativos por parte de fuentes vinculadas pero que solicitaron el anonimato ante las presiones provenientes de los centros de poder occidentales.De igual forma y en el transcurso de los meses finales del 2018,desde Moscú, Damasco y Teherán y en medios como la Red Voltaire o Al Masdar, entre otros, se insistió en esas denuncias y el 'apresuramiento' por parte de Estados Unidos, Reino Unido y Francia para atacar tres objetivos en territorio sirio el 14 de abril de ese año apenas 24 horas después de un barraje mediático estrechamente vinculado al presunto ataque químico.
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