La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aprovechó su discurso de apertura en la 69ª Asamblea General de la ONU este miércoles para mostrar su disconformidad con la intervención militar contra el Estado Islámico realizada por Estados Unidos en Siria.

Dilma
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"Cada intervención militar no nos hace caminar hacia la paz, sino que asistimos a un recrudecimiento de esos conflictos. Inevitablemente conducen a una multiplicación del número de víctimas civiles y de dramas humanitarios. No podemos aceptar que las manifestaciones de barbarie sigan hiriendo nuestros valores éticos y morales", declaró Rousseff en una clara referencia a la operación estadounidense en Oriente Próximo.

El discurso de Dilma ante los 193 países que acudieron a la reunión se solapó con las palabras del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, que denunció los ataques contra los derechos humanos en países como Siria, Irak, Gaza, Ucrania, Sudán del Sur y la República Centro-Africana.

La última vez que Dilma Rousseff habló desde la tribuna de la ONU, en 2013, la presidenta atacó fuertemente las acciones de espionaje sobre el gobierno del país, y su propia persona (descubiertas tras la publicación de informaciones confidenciales por el periodista americano residente en Brasil, Glenn Greewald) por parte de las agencias de inteligencia norteamericanas, CNA y CIA.