Los científicos han desentrañado el código genético de la formación de manos y dedos: cada célula combina en su interior los genes asociados al desarrollo de un miembro, sin posible error. Un paso más para comprender el secreto de la precisión genética.
© Recreación: P. Fabre and Q. Lo Giudice, Universidad de Ginebra.Mano en vías de formación con el código combinatorio HoxD. Cada punto representa una célula y los colores el código de combinación de la célula única para representar un grado de diferenciación. La imagen se ha construido a partir de la escultura “Mano del Desierto” del escultor chileno Mario Irrazabal en el desierto de Atacama.
Investigadores suizos han conseguido por vez primera descifrar el código genético de las manos y los dedos al nivel de una célula única en los miembros que están creciendo, lo que representa un importante paso para la comprensión del secreto de la precisión genética.
Desde hace más de treinta años se conoce el esquema que permite a los genes Hox, uno de los conjuntos de genes más implicados en el desarrollo embrionario, construir un cuerpo entero. Sin embargo, la mayor parte de estas informaciones se han obtenido de la observación de tejidos enteros de órganos en vías de desarrollo.
La nueva investigación, sin embargo, es la primera que observa el fenómeno en células únicas, lo que permite una mejor resolución y mayor claridad de la manera en la que los genes Hox orquestan el ritmo de desarrollo de un órgano o miembro.
Comentario: Sin duda son preguntas muy interesantes que nos llevan a considerar que tal coordinación y sincronía parecen indicar algún tipo de "inteligencia de la vida", o al menos, que estos genes arquitectos deben almacenar algún tipo de información o recibirla de algún lugar para "saber qué hacer y en qué momento preciso".
Al respecto, recomendamos leer el siguiente artículo: Mente, memoria y Arquetipo: Resonancia mórfica e Inconsciente Colectivo. Parte 2 - la causación formativa, ADN y el alma de la vida