Comentario: Antes de comenzar con la lectura de esta nota tome en cuenta que buena parte de la información publicada por el periódico 20minutos está tomada de la cadena CNN. En este caso particular es necesario recordar las sabias palabras de Joaquín Salvador Lavado (alias Quino) en boca de la pequeña Libertad: "Los diarios inventan la mitad de lo que dicen, y si a eso sumamos que los diarios no dicen la mitad de lo que pasa, resulta que los diarios ¡NO EXISTEN!".


La Fuerza Aérea turca ha derribado este martes un avión Sukhoi Su-24 ruso cerca de la frontera sirio-turca que, supuestamente, habría violado el espacio aéreo del país, según el Gobierno de Turquía.
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© Youtube / nstonlinetv Avión ruso derribado por las fuerzas turcas. Todo indicaría que Rusia no violó el espacio aéreo turco.
El ministro de Defensa ruso niega este extremo afirmando que el aparato volaba a 6.000 metros y ha confirmado que los pilotos han podido salir catapultados antes de que el avión se estrellase, aunque se desconoce su paradero, dice la agencia rusa Tass.

"Durante el vuelo, el avión permaneció todo el tiempo sobre el territorio de Siria, como quedó registrado en los radares", ha explicado el Ministerio. "Se trata de un hecho muy grave, pero sin tener plena información, es imposible y además sería incorrecto decir algo al respecto", ha dicho después Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, a la prensa rusa.

La CNN turca dice que uno de los pilotos está "en manos" de fuerzas turcas en Siria y, citando "fuentes locales", que el otro ha muerto. Un vídeo difundido en Internet ofrece imágenes sobre uno de los rusos en tierra, rodeado por un grupo de personas y, aparentemente, inerte.


El diario Hürriyet precisa que son milicias turcomanas que combaten contra el régimen de Bachar al Asad en esta zona siria al norte de la ciudad portuaria de Latakia. Los turcomanos, una minoría siria turcoparlante, reciben apoyo de Turquía, mientras que los aviones rusos respaldan al régimen de Asad, lo que añade complicaciones diplomáticas a este incidente.

Dos cazas y diez avisos

Poco después del derribo del avión, dos helicópteros militares rusos se acercaron a la zona para buscar a los pilotos, pero los milicianos turcomanos no les dieron permiso de aterrizar, relataron las fuentes de CNNTürk. Entre 20 y 25 minutos después del incidente empezó un intenso bombardeo ruso contra la zona, agregaron.

La agencia turca Anadolu ha dicho que el primer ministro de Turquía, Ahmet Davutoglu, ha llamado ya al jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas y al ministro de Exteriores para hablar del incidente.

De hecho, Ankara ha anunciado que trasladará el asunto a la OTAN y la ONU, aunque ha señalado que el derribo no implica un ataque "a un país concreto", sino una defensa de su territorio. Turquía sostiene que lanzó diez advertencias en un periodo de cinco minutos a la aeronave y que después lo derribó con la intervención de dos cazas F-16.

Según un comunicado de la cúpula militar turca, el avión vulneró sobre las 09.20 hora local (07.20 GMT) el espacio aéreo turco en la zona de Yayladag, en la provincia de Hatay. "Siguiendo las reglas de combate, a las 09.24 hora local (07.24 GMT), intervinieron dos cazas F-16 nuestros que se hallaban de patrulla en la zona", concluye la nota.


Combates desde el lunes

En la zona en la que ha caído el avión, muy cerca de la frontera de la provincia turca de Hatay, se suceden desde el lunes combates entre el régimen sirio y milicias turcomanas que cuentan con el respaldo de Ankara.

Este martes, las milicias turcomanas conquistaron tres colinas y siguen registrándose combates en torno a una cuarta, señala CNNTürk. Expertos citados en la cadena creen que el caza ruso pudo atravesar una 'protuberancia' de terreno turco de apenas tres kilómetros de ancho en el extremo meridional de la provincia de Hatay, cercano a donde continúan los combates.

El ministro de Exteriores ruso, Sergéi Lavrov, tenía previsto llegar este martes por la noche a Ankara para reunirse el miércoles con las autoridades turcas, pero no está claro si esta visita se mantendrá después de lo sucedido.