Hace cuatro días, los diarios británicos The Observer y The Guardian publicaban un informe elaborado por Europol en el que se desvelaba que hay una nueva organización criminal paneuropea de tráfico de personas, surgida con la mayor crisis migratoria desde la II Guerra Mundial, en la que podrían haber caído muchos niños, tanto en la esclavitud como en la explotación sexual.

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© GoogleTodos los niños son iguales cuando desaparecen ¿o no?

Según Save the Children, se estima que 26.000 niños entraron solos en Europa el pasado año. En total hablamos de 270.000 niños, de los cuales los efectivos de Europol han perdido la pista a 10.000 procedentes de Siria. El propio informe de Europol alerta de que alrededor de 5.000 niños desaparecieron sólo en Italia y unos 1.000 en Suecia. En Reino Unido el número de menores desaparecidos se ha duplicado en el último año.

El diario británico The Independent, basado en una queja de la organización sin fines de lucro Business and Human Rights Resource Centre (BHRC), publicó este lunes que los proveedores de dos de las más grandes cadenas de moda que operan en Europa, la sueca H&M y la británica Next, están obligando a los niños sirios a trabajar en fábricas en Turquía.
Recordemos que Turquía es, junto con Bangladesh, China y Camboya, uno de los mayores productores de ropa, que alberga en su territorio decenas de fábricas multinacionales como Burberry, Topshop, Asos y Marks & Spencer.
Cuando supe de esta noticia un escalofrío recorrió mi cuerpo. Estamos ante una de las peores gestiones de una crisis jamás vista, sobre todo si te da por pensar en los destinos de estos niños desaparecidos. Pero lo que más me ha sobresaltado ha sido la baja repercusión ha tenido este hecho entre mandatarios y los propios europeos. Lo que me lleva a preguntarme... ¿y si hubieran sido diez mil niños alemanes los desaparecidos?

¿Qué hubiera pasado si solo un niño alemán hubiera desaparecido en Siria? ¿Qué pasaría si descubrimos que unos pobres niños alemanes aparecen en una fábrica textil de Damasco? Qué tensas se pondrían las cosas... Hagamos un frívolo juego de imaginación... ¿y si son diez niños alemanes?... Abrirían medios de todo el mundo con la noticia. ¿Y son cien? Cien niños alemanes desaparecidos en Siria o trabajando en fábricas de ropa en Turquía... Ya puedo ver las campañas mediáticas y el hashtag en redes sociales #BringOurKidsHome, y posarían los famosos con un cartel.

Aumentemos un 0 esa cifra, 1.000 niños alemanes. El conflicto geopolítico sería tan grande como la saturación en redes sociales. Los líderes mundiales harían solemnes discursos en una cumbre mundial donde se redactarían los protocolos de actuación. Presión política de los aliados contra Turquía y embargos económicos. Desplazaríamos a nuestras tropas y no cesaríamos en su búsqueda hasta encontrarlos. La gente entraría en una locura colectiva pidiendo llamar casi a la Guerra Santa contra esos impíos sirios que han secuestrado a nuestros niños.

Y ahora, por último, imaginad que son 10.000 niños procedentes de Alemania. Sé que es un ejercicio de una frivolidad tal que incomoda... pero, ¿y si fuesen 10000 niños sirios?... ¿Qué haríamos los europeos?...