La caída de los precios del petróleo, la galopante inflación y la escasez en Venezuela no han afectado al capital financiero en el país, es más, hasta ha servido para engordar sus ya abultadas arcas. ¿Son acaso los reyes la crisis?

Los titulares apocalípticos de la gran prensa internacional sobre la crisis económica en Venezuela no asustan a los banqueros en el país, es más, los alientan.
banco venezuela bank
© Carlos Eduardo Ramirez/ReutersVarias personas esperan frente a una sucursal del Banco de Venezuela, San Antonio del Táchira, diciembre de 2016
Sólo en enero de 2017, las captaciones del sistema bancario registraron un crecimiento de 183%, comparadas con el mismo mes del año anterior; la cartera de crédito bruta presentó un ascenso interanual de 145% y la morosidad bajó de 0,32% a 0,28%, "lo que se traduce en un desempeño favorable de la banca", detalla el informe de ICG Consultores citado a mediados de febrero por El Mundo.

¿Cómo se explica ese comportamiento "festivo" del sector financiero en un país que sufre los embates de la caída de los precios del petróleo, la galopante inflación y el desabastecimiento de productos de la cesta básica? La profesora titular del Departamento de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Simón Bolívar, Pascualina Curcio, esboza algunas respuestas.

El carrusel especulativo

Desde hace varios años, Curcio -que ha seguido de cerca el desempeño de la actividad financiera y aseguradora en Venezuela- ha llegado a una conclusión que se sustenta en cifras oficiales: el sector que más ha crecido es el bancario.
bank banco venezuela
© Carlos Garcia Rawlins/Reuters
Según se observa en los datos proporcionados por el Banco Central de Venezuela (BCV), la actividad financiera y aseguradora ha mostrado una tendencia creciente a partir de 1999. Sin embargo, el gran salto se produjo desde 2012, cuando empezó la llamada "guerra económica" y se agravó la coyuntura que ha socavado los presupuestos familiares en el país.

Para la catedrática, ese comportamiento sólo puede desgranarse de la siguiente manera: "la situación en Venezuela ha sido inducida mediante el desabastecimiento programático y la manipulación del tipo de cambio ilegal, lo que incide sobre la inflación. De lo contrario, ¿cómo explicar el crecimiento acumulado (del sector financiero) de 56% entre 2012 y 2015?".

Bonanza en crisis

Aunque no hay datos oficiales sobre el desempeño de la economía venezolana en 2016, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) estimó a finales del año pasado que el país registró una contracción de 9,7% en su Producto Interno Bruto (PIB); mientras la inflación cabalgó en más de tres cifras. A primera vista el panorama podría parecer desalentador para el sector bancario, pero no es así.
venezuela
© Desconocido
"Los niveles de la actividad financiera desde 2012 hasta 2015, es decir, durante la guerra económica, son muy superiores a los históricamente registrados desde 1999. Es más, son mayores a los que se vieron durante la crisis financiera de 2008", explica Curio a RT.

De acuerdo a los datos del BCV, Cuando Hugo Chávez llegó por primera vez a la presidencia de la República, en 1999, la actividad financiera y aseguradora representaba apenas 3% de la actividad no petrolera; en 2015, ese mismo sector ocupó una porción de 9,1%.
Venezuela cash dinero
© Marco Bello/Reuters
"Esta desconexión de lo que ocurre en los resultados de la economía nacional y los resultados de las entidades financieras privadas es una muestra más de la desconexión cada vez mayor que existe entre la economía real y la economía financiera. Las cifras que hoy en día alcanza la economía financiera superan con creces las de la economía real", refiere un estudio del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag) sobre el comportamiento de la banca en la región latinoamericana.

Si bien durante la crisis de 2008, en Norteamérica y Europa los Estados saltaron al "rescate" de los bancos causantes del terremoto mundial generándole jugosos beneficios; en Venezuela la receta ha sido diferente: el capital financiero ha jugado al compás de la coyuntura económica para maximizar sus ganancias. Y lo ha logrado sin mayor estridencia mediática.