Max Spiers afirmó que la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA) lo programó en secreto como "super-soldado" y que descubrió pruebas de una red de abuso infantil en la que participaban políticos y celebridades de alto rango. Luego le envió a su madre un mensaje críptico: "Tu hijo está en problemas. Si algo me pasa a mí, investiga", y murió en circunstancias inexplicables en Polonia después de vomitar dos litros de líquido negro, informa la BBC.
Investigación sobre la misteriosa muerte del teórico de la conspiración Max Spiers fue suspendida
Investigación sobre la misteriosa muerte del teórico de la conspiración Max Spiers fue suspendida
Ahora, en una decisión sorpresiva, la largamente esperada investigación del forense sobre la muerte de Max fue suspendida, y la conclusión del caso sigue eludiendo a sus amigos y familiares.
"Es desgastante, pero esperé tanto tiempo y no me importa si toma más tiempo para llegar finalmente a la verdad de lo que le sucedió a Max", declaró su madre, según KentOnline.
Se esperaba que las respuestas a la muerte de Max Spiers fueran reveladas durante una investigación forense el jueves 9 de noviembre. Pero según KentOnline, el asistente del médico forense Alan Blundson anunció que todavía no tenía suficiente información para llegar a una conclusión y suspendió la audiencia hasta el próximo año.

En julio del año pasado Max Spiers transcurrió sus últimos momentos en la casa de la escritora de ciencia ficción Monika Duval, informó la BBC. Los funcionarios polacos declararon que Spiers murió por causas naturales, pero no realizaron una autopsia postmortem en el cuerpo y Duval se niega a hablar con los medios de comunicación.


Una fotografía del cadáver de Max, mostrada al reportero de la BBC India Rakusen, revela una marca oscura en la frente que "parece una ampolla de sangre", pero no se menciona ninguna contusión en las notas de los servicios de emergencia. Un examen familiar del cadáver a su llegada al Reino Unido exacerbó aún más las dudas, informó la BBC.

"La parte de su cara que se podía ver era tan oscura que era irreconocible", afirmó Vanessa Bates, la madre de Spiers. Esto es lo que su hija le describió después de inspeccionar al cadáver, refirió la BBC. Bates agregó que ella misma estaba demasiado desconsolada para mirar.
"Pero mi hija lo hizo y estaba muy, pero muy afectada".

Bates también habló con Monika Duval por teléfono, al parecer inmediatamente después de la muerte de su hijo. Ella reporta haber escuchado fragmentos alarmantes de conversaciones de fondo, sugiriendo que algo inusual estaba pasando.
"Hablaban de estas cosas extrañas como tazas de leche y de vinagre", señaló Bates.
Miles Johnston, un amigo de Spiers, declaró a la BBC que algunos de sus conocidos en la comunidad de la teoría de la conspiración creían en los procedimientos arcanos para devolverle la vida.
"Max estaba muerto, pero lo recuperaron. Estaban trabajando en su alma. Tienes seis horas para hacer eso, mientras el cuerpo está muerto", afirmó Johnston.

La policía de Kent inició una investigación conjunta con la policía de Polonia sobre la muerte y abrió una investigación en Canterbury en diciembre de 2016. Durante el proceso, la oficial de investigaciones del juez de instrucción Caroline O' Donnell hizo la siguiente declaración a la corte, reportó el The Mirror:
"Cuando regresaron, el Sr. Spiers se enfermó de fiebre y estaba débil. Al día siguiente, el Sr. Spiers vomitó dos litros de líquido negro. El amigo llamó a un médico que intentó reanimarlo antes de declararlo muerto".

La investigación fue posteriormente aplazada, para reanudarla este jueves 9 de noviembre en Maidstone, Kent. Y ahora, con la nueva suspensión anunciada, el misterio que rodea a la muerte de Max persiste sin resolverse.