La copresidenta del cantón de Afrín, Hevi Mustafá, ha negado las informaciones recientes sobre unas negociaciones para la entrega de Afrín a las tropas del Gobierno sirio.

tropas turcas en Afrín
© REUTERS/ Khalil AshawiTropas turcas en Afrín.
Mustafá está al frente de Afrín como parte del Kurdistán sirio -o Rojava-, proclamado unilateralmente por el Partido de la Unión Democrática kurdo en el norte de Siria.

En declaraciones a Sputnik, Mustafá hizo hincapié en que las autoridades de Afrín no llevaron a cabo negociaciones con Rusia para una supuesta transferencia del control de la ciudad a las fuerzas del Gobierno sirio.

"Toda esta información acerca de las negociaciones sobre la rendición de Afrín a las autoridades sirias no se corresponde con la realidad. Los ataques a Afrín se producen precisamente porque no tenemos la intención de transferir este territorio al Gobierno sirio", aseguró.

De acuerdo con Mustafá, los representantes del Partido de la Unión Democrática kurdo han pedido al Ejército sirio que participe en la defensa de Afrín ante las tropas turcas.

"Hemos pedido a las fuerzas del Gobierno sirio proteger Afrín. Hemos estado luchando por la unidad de Siria desde hace seis años. Las autoridades sirias afirmaron que rechazarían el ataque de Turquía si se producía. Por lo tanto, cuando comenzaron los ataques turcos hicimos un llamado a las autoridades sirias para defender Afrín, que forma parte del Estado sirio. Pero aún no ha dado resultados", dijo Mustafá.


Comentario: El problema es que no se puede luchar "por la unidad siria" y al mismo tiempo ser favorecidos por un país (EE. UU.) que quiere derrocar al presidente electo democráticamente por la mayoría de los demás sirios y, además, negarse a cooperar en negociaciones que llevarían a tal unidad de manera pacífica. La ambición kurda parece cegarlos a lo que les convendría para seguir existiendo con cierta autonomía, y eso es, negociar con sus vecinos, en vez de alinearse con el país que está intentando crear caos en la región y solo los utiliza para sus propios fines.


Turquía lanzó el pasado 20 de enero la Operación Rama de Olivo contra los combatientes kurdos en Afrín, en la provincia noroccidental siria de Alepo.

La intervención militar está dirigida contra los grupos yihadistas y las YPG, brazo armado del PYD. Para Turquía, las YPG son una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), prohibido en el país por considerarse una organización terrorista.