Ambos países latinoamericanos han enfrentado este fin de semana fuertes inundaciones y deslizamientos, debido al temporal de lluvias. En la provincia de Tacna, al sur de Perú, al menos cinco personas han muerto. Mientras tanto, en Bolivia, un alud acabó con la vida de 18 personas y más de 10.000 familias quedaron damnificadas.
FLOOD
Si en Perú llueve, en Bolivia no escampa. El temporal de lluvia que viene azotando la región desde finales de 2019 aterrizó con fuerza en estos países y deja hasta el memento varios muertos y decenas de familias damnificadas.

En el país inca, por un lado, se calcula que al menos cinco personas murieron y más de veinte resultaron heridas durante la noche del viernes 21 de febrero, en la provincia de Tacna, tras las inundaciones y aludes causados por las fuertes lluvias. Calles, avenidas, mercados y puertos están cubiertos por ríos de agua y lodo.


Los deslizamientos de tierra tienen bloqueadas algunas zonas, haciendo aún más difícil el acceso por parte de los rescatistas a los lugares donde se registraron los desastres. Incluso, las autoridades advirtieron este domingo 23 de febrero que hay una activación "peligrosa" de la 'Quebrada del diablo' al sur del país, que podría complicar la situación.

El Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) informó que está tomando medidas necesarias junto a las autoridades locales, regionales, bomberos y Policía Nacional del Perú (PNP), para mitigar los daños y socorrer a la población.

Añadió que, de acuerdo con la información preliminar proporcionada por el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología, "las precipitaciones líquidas y sólidas de moderada a fuerte intensidad, acompañadas de descargas eléctricas y ráfagas de viento, continuarán hasta el martes 25 de febrero".


En Bolivia, la situación no es menos grave

Las fuertes lluvias registradas en los últimos días han puesto en alerta a varias zonas de Bolivia que hasta la fecha reporta más de 10.000 familias afectadas y 18 personas fallecidas, según datos del Ministerio de Defensa.

El municipio de Tiquipaya, en Cochabamba (al centro del país), fue declarado zona de desastre luego de que un alud arrasara con todo a su paso en calles y avenidas principales, sin que los pobladores pudieran reaccionar.

La proclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, suspendió su agenda el sábado para llegar a la zona y atender la emergencia de los pobladores, quienes piden atención inmediata de las autoridades.

Áñez y los ministros de su gabinete realizaron una inspección de las zonas afectadas y se comprometió una presencia permanente de las autoridades para atender a los afectados.

"Es urgente que se tomen medidas preventivas, pero ahora creo que lo importante es la emergencia. Que vengan las maquinarias para que no pase algo mayor", manifestó.

Las autoridades han confirmado que no hay ninguna víctima mortal en Tiquipaya, pero sí una treintena de heridos debido a las inundaciones.