Traducido por el equipo de Sott.net

Un meteoro ardiente surcó los cielos matutinos del sur de Misisipi ayer, 27 de abril de 2022.
GLM image from the GOES 16 satellite.
© NOAAImagen GLM del satélite GOES 16.
Más de 30 testigos presenciales en los estados de Arkansas, Luisiana y Misisipi informaron de que habían visto una bola de fuego brillante a las 8:03 de la mañana, hora central de Estados Unidos. El avistamiento fue seguido pronto por numerosos informes de fuertes estallidos escuchados en el condado de Claiborne, Misisipi, y los condados circundantes.

A unas 22.000 millas de distancia en el espacio, los Mapeadores de Rayos Geoestacionarios (GLM) de la NOAA a bordo de los Satélites Ambientales Operativos Geoestacionarios (GOES) 16 y 17 detectaron varios destellos brillantes asociados con la fragmentación de este bólido, o meteoro excepcionalmente brillante, que fue visto por primera vez a 54 millas sobre el río Misisipi, cerca de la ciudad de Alcorn de Misisipi.

"Este es uno de los eventos más bonitos que he visto en los datos del GLM", dijo Bill Cooke, jefe de la Oficina de Entornos de Meteoroides de la NASA en el Centro de Vuelo Espacial Marshall en Huntsville, Alabama.
Fireball ground track from eyewitness accounts.
© NASA/American Meteor SocietyRastro terrestre de la bola de fuego a partir de los relatos de los testigos presenciales.
El objeto -que se cree que es un trozo de asteroide de unos 30 centímetros de diámetro con un peso de 90 libras- se desplazó hacia el suroeste a una velocidad de 55.000 millas por hora, rompiéndose en pedazos a medida que descendía en la atmósfera terrestre. Se desintegró a unas 34 millas por encima de la zona pantanosa al norte de Menorca, en Luisiana.

La fragmentación de esta bola de fuego generó una energía equivalente a 3 toneladas de TNT (trinitrotolueno), que creó ondas de choque que se propagaron hasta el suelo, produciendo los estampidos y las vibraciones que sintieron los habitantes de la zona.

En su punto álgido, la bola de fuego fue más de 10 veces más brillante que la Luna llena.

"Lo que me pareció inusual fue el escaso número de informes de testigos presenciales, dado que los cielos estaban tan despejados", dijo Cooke. "Hubo más gente que lo oyó que que lo vio".

por Lance D. Davis