Los animales no han sido vistos en público desde que el libertario era candidato.
Milei
© Tomas Cuesta / Gettyimages.ruJavier Milei, presidente de Argentina.
La salud mental del presidente de Argentina, Javier Milei, ha empezado a debatirse de manera ferviente en los últimos días, a raíz de la insistencia del mandatario de hablar de su perro Conan como si estuviera vivo, aunque el can murió hace siete años.

El pasado fin de semana, durante una entrevista con el canal CNN en Español, Milei fue cuestionado sobre la manera en que se relaja de sus labores oficiales: "Me levanto y me voy a ver a mis hijitos de cuatro patas, a Murray, Milton, Conan, Robert y Lucas. Estoy con ellos una hora, vuelvo, me baño y me pongo a trabajar", respondió, tras asegurar que tiene cinco perros.

Milei también explicó que los animales no pueden estar juntos porque durante la pandemia perdieron el hábito de la manada y tienen personalidades muy distintas.
"Murray es muy cariñoso, pero muy territorial; Conan luce muy tranquilo, pero no lo provoque; después Miltón, que es el más grande físicamente, mide dos metros, a él le gusta estar con mujeres, no es ningún tonto; Robert quizá es el que se parece más a mí en la personalidad; Lucas es muy cabrón, enseguida se fastidia y se satura rápido", detalló.
El problema es que Conan, que fue su único perro durante años, murió en 2017. Al no soportar la pérdida, ya que era su principal ancla afectiva junto su hermana Karina, Milei lo mandó clonar a un laboratorio estadounidense que le cobró 50.000 dólares y le regresó a seis perros, dos de los cuales ya fallecieron.

Misterios

De esta forma, Milei solo se quedó con cuatro perros clonados. Así lo demuestran las únicas imágenes que hay de los animales.

En un caso, se trata de una sesión fotográfica que hizo para una revista, y en otro, de un programa de televisión al que fue invitado en 2019. En ese momento los llamaba sus "nietitos" porque, decía, eran hijos de Conan.

Desde entonces, no hay más registro visual de los animales, ya que Milei los mantiene escondidos y cada vez que habla de ellos insiste en que son cinco.

Por otra parte, dejó de referirse a ellos como sus "nietos" para convertirlos en sus "hijitos de cuatro patas", como deben llamarlos todos los que mencionen a los perros presidenciales.

El periodista Juan Luis González, autor del libro "El Loco. La vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina", es quien más y mejor ha investigado el misterio alrededor de los canes de Milei.


A partir de diversas fuentes orales y documentales, González asegura que Conan, el perro original, murió y que Milei contrató a un brujo, de nombre Gustavo, que le "reveló" que tenía una conexión esotérica con el animal fallecido.

Místico

Según el brujo, Milei y Conan se conocieron hace miles de años en el Coliseo Romano y con los otros perros clonados también compartió otras "líneas temporales" porque son animales con poderes sobrenaturales.


Más tarde, Milei habría contratado a la telépata Celia Melamed, quien lo ayudó a comunicarse con Conan, ya que ella asegura que puede hablar con animales muertos.

La parasicóloga ha confirmado la relación con el presidente en múltiples entrevistas. Incluso le enseñó sus "capacidades" a Karina, la hermana del mandatario, una astróloga que hoy funge como secretaria general de la presidencia.

En otro hallazgo, González contó que Milei está convencido de que, cuando Conan murió, se sentó al lado de Dios para protegerlo desde "el más allá".
"En una de sus conversaciones con 'el número 1', este le reveló el motivo por el que tenían tanto contacto. Dios, como había hecho antes con Moisés, le dijo que tenía para él una 'misión'. Tenía que meterse en política. Y le dijo algo más: que no tenía que parar hasta llegar a ser presidente", escribió el periodista.

Reacciones

Por eso, desde la campaña, González ha insistido en que Milei encabeza un proyecto mesiánico de poder, algo que no había ocurrido hasta ahora en la historia argentina.
"La relación del Loco con su perro fantasma no es algo de color. Por el contrario, va al centro de este proyecto, que es político y mesiánico a la vez. No se puede separar una cosa de otra", escribió este fin de semana.
"En la Argentina de Milei pasan mil cosas graves. Una es esta: un presidente que no distingue la realidad de lo que inventa su cabeza", agregó el autor.

En medio del renovado escándalo, en las redes sociales se viralizó el nombre de Conan y se generó una catarata de memes que se burlaban de que Milei haya asegurado que por las mañanas juega con un perro que, en realidad, está muerto.

En un plan más académico, el antropólogo y sociólogo Alejandro Frigerio escribió un ensayo en el que advirtió que los medios parecen no saber bien qué hacer con estas revelaciones.


"Quizás dudan entre condenar creencias espirituales del fuero íntimo, que no fueron reveladas explícitamente por Milei, ni quieren estigmatizar como insano a un candidato/presidente a quien apoyan", señaló.


Dudas

La periodista Graciela Moreno, por su parte, recordó que cuando Milei ha dicho que Conan es cordobés o que tiene cinco perros, no cuatro, entre ellos al que está muerto, la reacción generalizada es una risa, además de que los medios tradicionales se limitan a repetir sus declaraciones sin explicar que Conan falleció hace siete años. "¿Hasta cuándo hacemos como que todo es normal?", cuestionó.
"Lo de Conan no es un tema menor, una anécdota o algo que deba quedar en un sarcasmo. La política debe responder a eso. En concreto: ¿hay cinco perros en Olivos o cuatro? Si son cuatro, ¿Milei está en condiciones de presidir el país?", preguntó el periodista Marcelo Falak en redes.
Mientras las dudas alrededor de los perros de Milei crece, los animales siguen escondidos en la residencia oficial, sin ser vistos, en parte porque, según su biógrafo, el presidente teme que les hagan daño. Y, sobre todo, porque se descubriría que Conan ya no existe.