© AP Photo / Andrew Harnik
De acuerdo con el diario israelí Haaretz, el ataque al convoy tenía como objetivo a un hombre armado considerado terrorista.
El medio, citando sus fuentes en la Defensa, escribió que los vehículos de WCK estaban claramente marcados en el techo y en los laterales como pertenecientes a la organización, pero la sala de guerra de la unidad encargada de la seguridad del camino que recorrió el convoy identificó a un hombre armado en el camión y sospechó que era un terrorista.
Hasta que concluyeron las acciones que precedieron al ataque, llevadas a cabo por un dron Hermes 450, el camión llegó al almacén con los tres automóviles de WCK, con siete voluntarios en ellos.
Unos minutos más tarde, prosigue la publicación, los tres automóviles abandonaron el almacén sin el camión en el que se encontraba el hombre aparentemente armado. Según fuentes de Defensa, ese hombre no salió del almacén. Los vehículos viajaron a lo largo de una ruta previamente aprobada y coordinada con el Ejército israelí.
En un momento, cuando el convoy circulaba por la ruta autorizada, el mando de la unidad responsable de la seguridad de la ruta ordenó a los operadores de drones atacar uno de los automóviles.
Se vio a algunos de los pasajeros saliendo del vehículo después del impacto y cambiando a uno de los otros dos automóviles. Continuaron conduciendo e incluso avisaron a los responsables que habían sido atacados, pero, segundos después, recibieron otro golpe.
El tercer vehículo del convoy se acercó a los pasajeros para comenzar a trasladar a los heridos que habían sobrevivido al segundo ataque. Pero entonces les alcanzó el tercer golpe. Los siete voluntarios de WCK murieron en el ataque.
La oficina de prensa de las Fuerzas de Defensa de Israel declaró que se abrirá una investigación con motivo de ese incidente.
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