© Johnson County JailMatthew David Keirans.
Una vida falsa
Keirans y Woods trabajaron juntos en un carrito de perritos calientes en Nuevo México, a fines de la década de 1980. Después de eso, Keirans asumió completamente la identidad de su víctima obteniendo varios documentos falsos, incluido un certificado de nacimiento de Kentucky.
A partir del 2013, Keirans se desempeñó como administrador informático de alto nivel en un hospital de Iowa. El suplantador siempre proporcionó a sus empleadores documentos de su falsa identidad. Entre el 2016 y el 2022, Keirans obtuvo préstamos, utilizando el nombre, el número de seguro social y la fecha de nacimiento de su víctima, por un valor total de más de 200.000 dólares.
La injusta condena
En 2019, el verdadero William Woods, que en ese momento vivía en las calles de Los Ángeles, se enteró de que tenía una deuda astronómica para sus estándares y acudió al banco bajo la sospecha de que alguien estaba usando su crédito. La víctima afirmó que no quería pagar la deuda y deseaba cerrar sus cuentas en el banco. Para ello presentó todos sus documentos auténticos. El gerente de la sucursal desconfió de su versión y llamó al Departamento de Policía de Los Ángeles (DPLA) para resolver el asunto.
Los agentes del DPLA hablaron con Keirans por teléfono y este les envió documentos de identificación falsos. Finalmente, los policías arrestaron al verdadero Woods y fue recluido en una cárcel del condado de Los Ángeles. Después del juicio se ordenó que fuera internado en un hospital psiquiátrico de California y recibiera medicación psicotrópica.
En marzo de 2021, después de pasar 428 días en la cárcel del condado y 147 días en el hospital, la víctima de Keirans fue liberada después de aceptar los cargos. El tribunal también le había ordenado que "usara solo su verdadero nombre, Matthew Keirans, en el futuro".
Explota la burbuja
Después de salir de la cárcel y del hospital, la víctima de Keirans hizo numerosos intentos por recuperar su identidad. En enero de 2023, después de enterarse dónde trabajaba Keirans, la víctima se comunicó con el Departamento de Seguridad y la denuncia de Keirans fue remitida a una agencia policial local.
Un experimentado detective desentrañó el caso del robo de identidad de Keirans y obtuvo pruebas de ADN que demostraban de manera concluyente que Keirans (el falso William Woods) no era hijo de un anciano de Kentucky, como había afirmado inicialmente, sino que la víctima de Keirans era el hijo de ese hombre. Ahora que la verdad ha salido a la luz, Keirans enfrenta hasta 32 años de prisión y una multa de más de un millón de dólares. Pero nadie sabe todavía por qué robó la identidad de Woods.
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