El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por su sigla en inglés) dijo el martes que detectó un caso de encefalopatía espongiforme bovina , popularmente conocido como "mal de la vaca loca", en un animal lechero de California, aunque sus partes no entraron en la cadena alimentaria.

John Clifford, veterinario jefe del USDA, dijo que no había "motivo de alarma" por el animal, que fue encontrado en una planta procesadora que toma los animales muertos o enfermos y los transforman en productos no comestibles como jabón y solventes.

El mal de la vaca loca, que se cree que puede desarrollar en humanos una enfermedad cerebral mortal por el consumo de partes infectadas del animal contagiado, apareció por primera vez en el país en el 2003 y produjo un derrumbe de U$S 3000 millones en exportaciones de carne del año siguiente.

Si bien no hay evidencias de que un humano pueda contagiarse por el consumo de leche de una vaca infectada, hay temores a un rechazo de los consumidores. Los grandes importadores hundieron a los futuros de ganado en Chicago, que bajaron a un límite diario de pérdidas de 3 centavos de dólar por libra por una liquidación de fondos ante las especulaciones sobre la aparición de la enfermedad.