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Un tribunal de Israel ordenó a que el gobierno le pague a una familia palestina por la muerte de una niña de 10 años que recibió un impacto de bala de goma en el año 2007.

Abir Aramin estaba parada lejos de manifestantes que arrojaban piedras en la villa de Anata, al norte de Jerusalén, cuando las fuerzas de Israel dispararon balas de acero cubiertas de caucho para dispersar la protesta. Uno de los proyectiles hizo blanco en Abir, quien murió dos días después a causa de las heridas.

Su padre, Basam Aramin, es uno de los fundadores de Combatientes por la Paz, un grupo formado por ex combatientes israelíes y palestinos que ahora promueven la coexistencia pacífica.

Originalmente, la policía aseguró que una piedra había matado a la menor, pero una autopsia determinó que Abir recibió el impacto de una bala perdida. El fallo, emitido la semana pasada, fue dado a conocer el domingo por la noche.