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"... La autopsia supone para ellos una pieza fundamental que avalaría esa hipótesis en el sentido de que no se encuentran signos de forcejeo, no se encuentra el ADN de un tercero y tampoco se encuentra ningún indicio... A mi me parece fundamental el hecho de que no tenga ninguna lesión ni en las manos, ni en los brazos, ni siquiera tampoco en la cara. La Guardia Civil se apoya en esa autopsia en el sentido de que se encuentran manchas de grasa, se encuentran heridas puntiformes en las piernas, lo cual encaja en la idea de que la niña anduvo por las vías..." Juan Cano. Expediente Marlasca. 22/04/2018. (F9)
Esa es la explicación que da Juan Cano al hecho de que la G.C. esté convencida de que no hay participación de terceras personas en el caso de la muerte de la niña Lucía Vivar.
Por lo visto se ha llegado a la conclusión de que es evidente que una niña de tres años puede andar de noche por las vías del tren durante 4,2 km. con unas sandalitas sin ningún problema; también se ha dado por hecho que
la exanguinación -es decir, la completa o casi completa ausencia de sangre en el cuerpo de la niña- se debió al golpe del tren, a raíz del cual se fue desangrando "poquito a poco", como dijo Frontela sin ponerse colorado y sin que se lo tragara la tierra, y también parece que el hecho de que la niña tuviera
heridas puntiformes en las piernas, pero no en manos ni rodillas, es de lo más normal.
Tampoco le extraña a nadie que Lucía apareciera con un golpe en la cabeza, pero con cabeza. Pido perdón por ser tan claro, pero si un tren le da un golpe en la cabeza a cualquier ser humano, y más aun a una niña, la cabeza queda repartida por toda la provincia de Almería. Y al parecer la Jueza del caso también está de acuerdo con todo eso porque, según la prensa, ha rechazado las pruebas que pedía la familia para descartar la autoría de terceros.
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