Se ha anunciado en prensa que está lista una versión de la vacuna del ébola que nada más y nada menos es eficaz al 100%. Deseo con todas mis fuerzas que sea cierto pero aquí van mis comentarios a lo que está publicándose que seguramente serán más críticos que lo que leo.
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© Desconocido
No hay justicia en las epidemias pero sí que pueden ser terriblemente injustas. Si hay una "epidemia injusta" es la del ébola. Desde el primer caso de ébola registrado en marzo de 2014, más de 11.000 personas han muerto. La gran mayoría habitantes de países empobrecidos que llevan sufriendo décadas golpe tras golpe de esta efermedad ante la dejación de funciones de los gobiernos e instituciones sanitarias (y el desinterés de los laboratorios).

El mero anuncio de que una vacuna esté cerca de ofrecerse y que funciona es una buena noticia, claro.


De entrada me llama la atención que esté publicándose que la efectividad es del 100%. Si esto fuera cierto sería un crimen que hayan pasado varias décadas sin "solución". Pero es que no conozco ningún medicamento que funcione en el 100% de los casos. Hay vacunas con el 95% de efectividad pero del 100% no conozco ninguna, ya escribo. Los resultados son literalmente extraordinarios.

Es curioso que sea la Organización Mundial de la Salud (OMS) la que esté difundiendo la noticia y avale el producto. La OMS asegura que los resultados de la vacuna, publicados en la revista médica The Lancet, podrían "cambiar las reglas del juego" en el combate de la enfermedad. El ensayo se centró en la vacuna VSV-EBOV iniciada por la Agencia de Salud Pública de Canadá y posteriormente desarrollada por la farmacéutica Merck, Sharp and Dohme (MSD). Este laboratorio, como ya contamos en su momento, también investiga en España un antídoto "natural" contra el ébola.

Seguramente, como también se cita, al final la vacuna será efectiva al menos un 75% lo que ya es importante pues inmunizando podrían haberse salvado miles de vidas.

Actualmente se están llevando a cabo ensayos de otras vacunas, incluidas las de GlaxoSmithKline (GSK) y Johnson&Johnson. Pero a medida que el número de casos de la infección continúan disminuyendo cada vez es más difícil probar si son tan efectivas.

El nivel dramático del brote de 2014-15 condujo a un esfuerzo sin precedentes para crear vacunas y una década de trabajo quedó condensada en unos 10 meses. Es decir, durante los 40 años que hace que se identificó la enfermedad no se ha hecho nada por buscar un antídoto pero fue cuando el ébola llegó a Europa con los misioneros españoles repatriados y por desgracia fallecidos con posterioridad, cuando la OMS decidió tomar cartas en el asunto y dar todas las facilidades a las grandes farmacéuticas que desarrollar a toda velocidad una inmunización.

La noticia de la vacuna ha de tomarse con la necesaria prudencia pues recordemos que en los días de la repatriación de los sacerdotes españoles y de los cooperantes estadoundienses contagiados se publicó mucho sobre el desarrollo de un "suero milagroso", el ZMapp, del que luego no ha vuelto ha saberse. Ojalá no vuelva a ocurrir lo mismo.

El número de casos ha disminuido y en la semana que terminó el 26 de julio de 2015 hubo solo cuatro casos en Guinea y tres en Sierra Leona. Los resultados de los ensayos son preliminares, habrá que seguir atentos a la publicación de más datos.

La fórmula desarrollada para encontrar la vacuna es interesante pues hay mucho capital público de varios países invertido en ello.

Queda por saber cual es el papel de MSD en ello. Necesitamos saber cómo son los contratos firmados con la farmacéutica. Necesitamos conocerlo por lo que explico en el post titulado Las "condiciones" de los laboratorios para encontrar una vacuna contra el ébola.

Aunque la cosas de palacio van despacio (y si tratamos de medicamentos más) también llama la atención el retraso en el desarrollo del producto. Se anunciaba una primera vacuna para enero pasado y hace ya un año que publicábamos que comenzaban los ensayos clínicos con la vacuna de GSK.

Veremos cómo queda lo que parece una "alocada" carrera por ser el primero en patentar un tratamiento efectivo contra el ébola que ahora comienza a ofrecer sus deseables frutos.