La revista norteamericana Time recoge a los favoritos para hacerse con el Premio Nobel de la Paz de este año. A pesar de que el proceso de selección está fuertemente protegido y se desconoce hasta los nominados, las apuestas dan nombres, en muchos casos sorprendentes, de quién podría obtener este prestigioso galardón, con un montante de casi un millón de dólares.
Este año hay 331 nominados para el premio, de los cuales 216 son individuos y 115 son grupos, según el comité del Nobel. Es el segundo mayor número de candidatos, después del año 2016.
Entre los favoritos se encuentran los líderes de Corea del Norte y del Sur. Kim Jong-un y Moon Jae-in, respectivamente. Según Time, los líderes de las dos coreas han suavizado la tensión histórica dando pasos hacia el desarme nuclear. Aún así, señala la revista que es difícil que el comité del premio pase por alto la evaluación de la ONU en la que apunta que el régimen de Kim Jong-un está cometiendo actualmente "crímenes de lesa humanidad"generalizados.
Otro nombre que se baraja es el de Donald Trump. Dieciocho legisladores republicanos escribieron al comité del Nobel en mayo para nominar al presidente Trump para el Premio Nobel de la Paz de 2018 "en reconocimiento a su labor para poner fin a la guerra de Corea, desnuclearizar la península coreana y llevar la paz a la región".
También sorprende otro de los favoritos que publica el semanario norteamericano: Carles Puigdemont. El líder golpista exiliado está en las apuestas 12 a 1 y la versión de Time de los hechos no es para obviarla:
"El jefe del referéndum no oficial de la independencia catalana de octubre pasado ha estado viviendo en el exilio en Bélgica desde que huyó del país para evitar ser arrestado por las autoridades españolas. La votación precipitó una represión por parte de España que puso en espera las esperanzas de una Cataluña independiente en un futuro previsible".
Comentario: Pura propaganda. Los dirigentes separatistas han mentido a sabiendas porque la independencia de Cataluña (o, sea, de los separatistas catalanes) es imposible. En palabras de la exconsellera Clara Ponsatí: "Estábamos jugando al póquer e íbamos de farol". Lo que las élites están buscando con el (peligroso) humo separatista catalán es una España federal en una Europa federal.
Para más información sobre la nueva imposición de las élites europeas, vea:
- La otra cara de la Unión Europea tras el conflicto de Cataluña
- Lo peor del conflicto catalán es que las élites no van a imponer la "esclavitud" sino que los ciudadanos la van a pedir a gritos
- De Puigdemont a Cifuentes, el pensamiento único en España: Tonto el último en hacerse federalista (vídeos)
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- La UE ha revelado su verdadera naturaleza: un monstruo federalista que no se detendrá hasta que las naciones sean abolidas
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Otros de los favoritos son el bloguero saudí Raif Badawi o el papa Francisco y entidades como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) o la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU).
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