Rusia condena enérgicamente los ataques contra los buques petroleros en el golfo de Omán, declaró el Ministerio ruso de Asuntos Exteriores.
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"Condenamos enérgicamente los ataques perpetrados, sean quienes sean sus organizadores; consideramos necesario abstenerse de sacar conclusiones precipitadas" antes de que termine la investigación, dice el comunicado.

El documento añade que "se observan intentos de provocar artificialmente una escalada de tensión, lo que se debe en gran medida a la actitud antiiraní de EEUU".

La Cancillería rusa subrayó que "es inaceptable culpar a alguien hasta que termine una investigación internacional detallada e imparcial", y llamó a todas las partes a mostrar moderación.


Comentario: Especialmente cuando ni si quiera los propietarios de las embarcaciones tienen certeza sobre los autores de los ataques:
El director administrativo de Frontline, la compañía propietaria del barco petrolero Front Altair, Robert Macleod, descartó que el incendio en el barco pudiera ser causado por un fallo técnico, informó el portal noruego Hegnar.
"Descartamos que la causa [del incendio] fueran fallos técnicos en el barco; se trata de un incidente serio que debe ser estudiado e investigado en detalle; nosotros, sin duda vamos a ejercer un papel activo en ello", cita el medio las palabras de Macleod.



"Una vez más subrayamos que no hay alternativa al establecimiento de un diálogo para prevenir una mayor degradación de la situación en la región del golfo Pérsico", dice la nota.
Además, la entidad agradeció la ayuda de las autoridades iraníes en el rescate de 11 marineros rusos que estaban a bordo de uno de los barcos atacados.

El 13 de junio, varios medios informaron que dos barcos petroleros habían sido atacados en el golfo de Omán.

Según algunos datos, que no fueron confirmados oficialmente, los barcos fueron atacados con torpedos, lo que causó explosiones e incendio.

Equipos de rescate de Irán salvaron a 44 marineros de los dos buques, entre los que se encontrarían nacionales de Filipinas, Georgia y Rusia.

Estados Unidos anunció el envío de un buque destructor, el USS Mason, al golfo de Omán tras el incidente.

El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó los ataques contra barcos petroleros, pero sugirió no apresurarse a sacar conclusiones antes de que se aclaren las circunstancias.

El incidente ocurrió cerca del estrecho de Ormuz, que conecta el golfo de Omán con el Pérsico. Es una de las rutas de petróleo más importantes del mundo, por la que pasa más de un tercio del crudo transportado por vía marítima.