"Y tú toma para ti trigo, y cebada, y habas, y lentejas, y mijo, y avena, y ponlo en una vasija, y hazte pan de ello el número de los días que durmieres sobre tu lado: trescientos y noventa días comerás de él." - Ezequiel 4:9"El pan nuestro de cada día..." quizás sea la oración más reconocida por quienes crecieran subordinados a la tradición Judeocristiana. Aunque, el pan, y sus alimentos relacionados, poseen una historia muy vetusta, muy arraigada y muy interesante --- la que se reserva para los seres humanos quienes los consumieran habitualmente. Ya que existieron culturas donde el pan y la harina eran totalmente desconocidos hasta que éstos fueran introducidos por los colonizadores.
En esta ponencia proponemos estudiar la enfermedad celíaca (EC), como ejemplo de una de las tantas condiciones que nos hacen reconocer la conexión funcional que existe entre el estómago y el cerebro. Ya que es hecho, funcional e incontrovertible, que el estómago y el cerebro --- por medio de los neurotransmisores --- se 'hablan' entre sí. (Véase, Gastroplastía y lobotomía: La conexión entre el estómago y el cerebro --- La serotonina reexaminada en psikis.cl y en monografías.com).
Los aztecas, los incas, los aborígenes norteamericanos y los australianos, los indios Caribe, los habitantes de Papúa y de Nueva Guinea, los habitantes de Amazonia, los residentes de las islas nauruanas y los aborígenes antiguos que vivieran en la Ushuaia de hoy, no sabrían lo que el pan fuera, porque lo desconocieran, hasta la llegada del conquistador.
El pan nuestro de cada día no sería una plegaria muy extendida, como tampoco fuera una saludable --- por lo menos, para aquéllos seres desafortunados, que no lo pueden tolerar --- como ya veremos.
Comentario: Si bien existe una condición muy específica denominada enfermedad celíaca que hace que quienes la padecen tengan una reacción alérgica intensa ante la mínima exposición al gluten, la investigación actual también demuestra que el gluten no solamente daña a los celíacos y que sus efectos nocivos en el cerebro y el resto del cuerpo no se limitan a esa enfermedad. Por esto, le recomendamos leer este artículo teniendo en cuenta este factor: el gluten nos afecta a TODOS, a algunos en menor medida que a otros. A algunos afecta de una manera más intensa y rápida (podría ser el caso de los celíacos, por ejemplo), mientras que en otros, los efectos se van dando en el largo plazo y quizás, por ende, pasan desapercibidos como efectos del consumo de gluten.
Si desea leer una descripción detallada acerca de esto, recomendamos los dos excelentes artículos de Sajer Ji al respecto:
- El lado oscuro del trigo - Nuevas perspectivas sobre la enfermedad celíaca y la intolerancia al trigo
- Abriendo la caja de Pandora: el rol crítico de la lectina de trigo en la enfermedad humana
Comentario: Vea también: Psicosis de pan: el caso de la mujer que sufría alucinaciones por culpa del gluten