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La resistencia antibiótica es la capacidad de un miocroorganismo capaz de resistir los efectos de un antibiótico, medicamento elaborado para combatir bacterias. La resistencia se produce naturalmente por seleccion natural a través de mutaciones producidas por azar, pero también puede inducirse artificialmente mediante la aplicación de una presión selectiva a una población.

Una vez que se genera la información genética, las bacterias pueden transmitirse los nuevos genes a través de trnsferencia horizontal (entre individuos) por intercambio de plásmidos que son moléculas de ADN extracromosómico circular o lineal que se replican y transcriben independientes del ADN cromosómico. Si una bacteria porta varios genes de resistencia, se le denomina multirresistente o, informalmente, superbacteria.

Si una bacteria porta varios genes de resistencia, se le denomina multirresistente o, informalmente, superbacteria.

La resistencia a los antibióticos se ha convertido en un gran problema de salud pública mundial, por ello científicos de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) han logrado reproducir cómo se forman infecciones bacteriales resistentes a los antibióticos en un experimento que puede ayudar al tratamiento de este tipo de enfermedades, informo la institución.

El equipo, compuesto por médicos, ingenieros y matemáticos diseñó un aparato que simula el flujo sanguíneo, con el que demostraron que las bacterias pueden formar grumos resistentes a los antibióticos en muy poco tiempo, aún en un líquido que fluye como la sangre.

El aparato reproduce la turbulencia y la fuerza del flujo sanguíneo y añadieron al líquido empleado para el experimento una cepa de bacterias Klebsiella pneumoniae, que es una de las fuentes más comunes de infección del torrente sanguíneo.

En apenas dos horas comprobaron que se formaron acumulaciones o grumos de diez a veinte bacterias en el líquido en flujo, aproximadamente el mismo tiempo que tarda en desarrollarse las infecciones en pacientes humanos.

Los investigadores también demostraron que estos grumos se forman solamente cuando están presentes ciertas moléculas pegajosas de carbohidratos en la superficie de la bacteria.

Los grumos persistieron aun cuando se agregaron dos tipos diferentes de antibióticos, lo cual indica que el mantenerse agrupadas protege a las bacterias flotantes contra los efectos de los medicamentos.

Cuando los investigadores inyectaron los grumos en ratones las acumulaciones de bacteria se mantuvieron intactas aún después de completar muchas travesías del torrente sanguíneo.

Los grumos, del tamaño aproximado de una célula roja de la sangre, sobrevivieron a la filtración que, normalmente, ocurre en los vasos sanguíneos más pequeños y que defiende al cuerpo contra los invasores.

"Este trabajo demuestra que si uno deja que los patógenos bacteriales crezcan en ambientes de fluido dinámicos como los que encuentran en el torrente sanguíneo, empiezan a adoptar las características que uno ve en los pacientes", señaló en un comunicado John Younger director del equipo, que ha estudiado durante años los orígenes de las infecciones del torrente sanguíneo.

Algunas infecciones del torrente sanguíneo (sepsis) comienzan con cortes y heridas, también el daño a las encías al cepillarse con fuerza los dientes puede ser el origen.

La mayoría de las personas combate tales infecciones con su inmunidad natural, pero los ancianos, los pacientes con cáncer, en tratamiento de diálisis y quienes se hayan sometido a una operación quirúrgica son mucho más propensos a desarrollar infecciones agresivas, según los expertos.

Además, advierten de que las probabilidades de una infección grave aumentan cuando alguien está expuesto a una fuente de infección, como un catéter de tubería central, que permanece en el sitio por días o semanas lo cual da a decenas de miles de bacterias la vía para ingresar al torrente sanguíneo.

Por eso "cuanto mejor podamos reproducir lo que las bacterias experimentan cuando están en los pacientes, mejor entenderemos qué hacen y por qué pueden causar una infección abrumadora en todo un organismo", dijo Younger, profesor en el Departamento de Medicina de Emergencia en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan.

"Una vez que sabemos cómo se comportan podemos trabajar de manera inteligente sobre la forma de filtrarlas eficazmente y sacarlas del torrente sanguíneo", agregó.

Es por ello que ahora hay un mayor control de la venta de antibióticos, que en México, antes era sin receta médica. Para evitar el abuso en el consumo y prevenir el que no tengan el efecto deseado medicamente hablando, en el control y curación de una enfermedad.