Judith de Jorge
ABC.esvie, 23 ene 2015 07:01 UTC
Un estudio realizado durante cuatro años por investigadores españoles concluye que la influencia de las ondas de telefonía sobre la salud es tan insignificante como la de una bombilla situada a 1 km de distancia
¿Recuerda cuando se decía que los microondas podían perjudicar la salud? Hubo un tiempo en el que temíamos calentar la comida en ese nuevo electrodoméstico por el temor de sacar de ahí un plato «atómico» además de recalentado. Superadas las primeras inquietudes, hemos aceptado el calentamiento por rozamiento como parte de nuestra vida cotidiana sin prestarle más atención que la de no pasarnos con los minutos. Ahora, son otro tipo de ondas las que nos traen de cabeza. La idea de que la telefonía móvil o el wifi pueden perjudicar la salud está muy extendida, hasta el punto de que existen peticiones para eliminar las redes inalámbricas de los colegios y evitar la exposición en los más pequeños, y otros acusan a las antenas de estar enfermos o padecer cáncer. En algunos casos incluso han conseguido retirarlas.
¿Hay realmente un fundamento serio para temer al wifi o nos encontramos con un nuevo «caso microondas»?
Para un equipo de doctores en Física de la Facultad de Medicina y la Escuela Superior de Ingeniería Informática de la Universidad de Casilla-La Mancha (UCLM), la «antenafobia» no tiene ningún sentido. Ellos están convencidos: Estas nuevas tecnologías son inocuas para la salud.
Durante cuatro años, los investigadores midieron en Albacete la exposición de 75 personas a estas ondas en 14 bandas de frecuencia, FM, TETRA, TV y las seis bandas de telefonía móvil, wifi, el inalámbrico (DECT), etc... Los voluntarios portaban sus medidores exposímetros con una sensibilidad de 0,000000066 W/m2, el más preciso del mercado, durante todo el día y hacían vida normal, anotando por dónde iban. También llevaban encima un GPS con el que después eran situados en un mapa. En total, se realizaron 8.640 registros por voluntario y se obtuvieron 13 millones de datos.
Según los resultados, en promedio por banda de frecuencia, la radiación media recibida «es la equivalente a la que recibiríamos de una bombilla de 100 W a 1 km de distancia», es decir, algo insignificante. Por ejemplo, la radiación media más alta es la de una vieja conocida, la FM, con la que llevamos conviviendo cien años: 0,0001 W/m2, mil veces por debajo del límite legal. Las de las diferentes bandas de telefonía pueden ir de 0,00004 W/m2 a 0,00001304 W/m2, aún más bajas. Los valores máximos tampoco superaron los límites legales en ningún momento, en ninguna banda. El 90% de los registros se encontraba entre 500 y 10.000 veces por debajo del límite legal.
No apago el wifi«La radiación por radiofrecuencia puede compararse a un caracol en una autovía: nunca hará saltar ningún radar porque su velocidad es la diezmilésima parte de la máxima permitida», afirma el físico Enrique Arribas Garde, director del grupo de investigación de ondas de RF de la UCLM. Según explica, el estudio puede extrapolarse perfectamente a una gran ciudad como Madrid con los mismos resultados (ya que la densidad de antenas está relaciona con la densidad de población). E insiste: «No hay ningún estudio que correlacione la radiofrecuencia con el cáncer. Yo en mi casa no apago el wifi, ni con niños ni ahora con mi nieta. Con eso lo digo todo».
A su juicio, «hay un interés en decir que el wifi es dañino para vender falsas curaciones. A eso se suma que la ignorancia es muy atrevida. En su día, el tren también era una máquina diabólica». Y recuerda: «El mando a distancia de la tele es 10.000 veces más potente que las ondas de radiofrecuencia y a nadie parece preocuparle».
Precisamente, el estudio nació después de que un movimiento antiantenas de Albacete lograra retirar una acusándola de ser la responsable de algunos casos de cáncer. Pero los números de sus mediciones, como dice Alberto Nájera, principal investigador, hablan por sí solos. A ese respecto, apuesta por transmitir «total tranquilidad». «La pseudociencia se apodera del dolor de la gente para engañarla y estafarla», advierte. Y apunta que se buscan falsos grandes enemigos cuando, por ejemplo, «sí está claro que la contaminación atmosférica y el tabaco causan esas enfermedades».
Comentario: A continuación presentamos algunos estudios recopilados por
WiFi In Schools. (En España existe la organización Escuela
sin wi-fi)
Documentos sobre los efectos del Wi-Fi1.- Atasoy HI et al., 2013. Estudio inmunohistopatológico sobre los efectos en el
crecimiento de los testículos de ratas por exposición a las ondas de radiofrecuencia emitidas por los dispositivos Wi-Fi convencionales. Journal of Pediatric Urology 9 (2):.. 223-229
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/224658252.- Avendaño C. et al., 2012. La utilización de los ordenadores portátiles conectados a Internet a través de Wi-Fi disminuye la motilidad del esperma humano y
aumenta la fragmentación del ADN del esperma. Fertility and Sterility 97 (1):. 39-45
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/221126473. Avendaño C. et al., 2010. La exposición a los ordenadores portátiles conectados a Internet inducen la
fragmentación del ADN de los espermatozoides según un estudio in vitro: Informe preliminar. Sociedad Americana de Medicina Reproductiva 66 ª Reunión Anual: O-249
http://wifiinschools.org.uk/resources/laptops+and+sperm.pdf )
4. Aynali G. et al., 2013. La modulación de la tecnología inalámbrica (2,45 Ghz) induce la
toxicidad oxidativa en la mucosa laringotraqueal de las ratas. Eur Arch Otorhinolaryngol 270 (5):. 1695-1700
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/234790775.- Gumral N. et al., 2009. Efectos del selenio y la L-carnitina sobre el estrés oxidativo en la sangre inducido por la radiación de 2,45CHz de los dispositivos inalámbricos en las ratas. Biol Trace Elem Res. 132(1-3): 153-163.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/193964086.- Havas M. et al., 2010. Estudio sobre la
variabilidad de la frecuencia cardíaca por efectos de la radiación de microondas procedente de los teléfonos móviles a una frecuencia de 2,4 Ghz, afectando al sistema nervioso autónomo. European Journal of Oncology Biblioteca vol.5:. 273-300
http://www.icems.eu/papers.htm?f=/c/a/2009/12/15/MNHJ1B49KH.DTL parte 2.
7.- Havas M. y Marrongelle J. 2013. Nuevo estudio sobre la
variabilidad del ritmo cardíaco producido por los teléfonos inalámbricos, confirmando los hallazgos del primer estudio. Electromagn Biol Med 32 (2):. 253-266
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/236756298. Maganioti AE et al., 2010. Los campos electromagnéticos producidos por
el Wi-Fi producen alteraciones observables en el electroencefalograma. Taller Internacional sobre los Efectos Biológicos de los campos electromagnéticos.
http://www.istanbul.edu.tr/6internatwshopbioeffemf/cd/pdf/poster/WI-FI%20ELECTROMAGNETIC%20FIELDS%20EXERT%20GENDER.pdf9. Margaritis LH et al., 2013. La oogénesis de la Drosophila como biomarcador de la respuesta a los campos electromagnéticos. Electromagn Biol Med., Versión electrónica anterior a su publicación en papel.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/2391513010. Naziroğlu M. y Gumral 2009. Efectos sobre la modulación de la L-carnitina y el selenio inducida por el estrés oxidativo producido por los dispositivos inalámbricos (2,45 Ghz) y registro de los electroencefalogramas del cerebro de ratas. Int J Biol Radiat. 85 (8):. 680-689
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/1963707911. Nazıroğlu M. et al., 2012. Los
dispositivos inalámbricos (2,45 Ghz) inducen estrés oxidativo y la proliferación de células cancerosas de la leucemia humana a través de la afluencia de moléculas citosólicas de Ca2+ . International Journal of Radiation Biología 88 (6):. 449-456
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/2248992612. Nazıroğlu M. et al., 2012b.
La melatonina modula la lesión oxidativa inducida por los dispositivos inalámbricos (2,45 Ghz) a través de TRPM2 y los canales de Ca(2+) en el cerebro y los ganglios dorsales de las ratas. Physiol Behav. 105 (3):. 683-92
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/2201978513. Oksay T. et al., 2012.
Efecto protector de la melatonina contra el daño oxidativo en los testículos de las ratas inducido por dispositivos inalámbricos. Andrologia doi: 10.1111/y 12044.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/2314546414. Papageorgiou CC et al., 2011. Efectos de las señales Wi-Fi en el componente P300 de los potenciales relacionados con eventos mediante el test auditivo de Hayling. Journal of Integrative Neuroscience 10(2): 189-202.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21714138 (
Wi-Fi altera la actividad cerebral en los adultos jóvenes: http://wifiinschools.org.uk/resources/wifi+brain+July+2011.pdf)
15. Shahin S. et al., 2013. La radiación por microondas de 2,45 Ghz induce estrés oxidativo, afectando a la implantación o el embarazo en los ratones. Mus musculus. Appl Biochem Biotechnol 169: 1727 - 1751.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/2333484316. Türker Y. et al., 2011. El selenio y la L-carnitina reducen el estrés oxidativo en el corazón de las ratas, inducido por la radiación de 2,45 Ghz procedente de los dispositivos inalámbricos. Biol Trace Elem Res. 143(3): 1640-1650.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21360060
Comentario: A continuación presentamos algunos estudios recopilados por WiFi In Schools. (En España existe la organización Escuela sin wi-fi)
Documentos sobre los efectos del Wi-Fi
1.- Atasoy HI et al., 2013. Estudio inmunohistopatológico sobre los efectos en el crecimiento de los testículos de ratas por exposición a las ondas de radiofrecuencia emitidas por los dispositivos Wi-Fi convencionales. Journal of Pediatric Urology 9 (2):.. 223-229http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22465825
2.- Avendaño C. et al., 2012. La utilización de los ordenadores portátiles conectados a Internet a través de Wi-Fi disminuye la motilidad del esperma humano y aumenta la fragmentación del ADN del esperma. Fertility and Sterility 97 (1):. 39-45http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22112647
3. Avendaño C. et al., 2010. La exposición a los ordenadores portátiles conectados a Internet inducen la fragmentación del ADN de los espermatozoides según un estudio in vitro: Informe preliminar. Sociedad Americana de Medicina Reproductiva 66 ª Reunión Anual: O-249http://wifiinschools.org.uk/resources/laptops+and+sperm.pdf )
4. Aynali G. et al., 2013. La modulación de la tecnología inalámbrica (2,45 Ghz) induce la toxicidad oxidativa en la mucosa laringotraqueal de las ratas. Eur Arch Otorhinolaryngol 270 (5):. 1695-1700 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23479077
5.- Gumral N. et al., 2009. Efectos del selenio y la L-carnitina sobre el estrés oxidativo en la sangre inducido por la radiación de 2,45CHz de los dispositivos inalámbricos en las ratas. Biol Trace Elem Res. 132(1-3): 153-163. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19396408
6.- Havas M. et al., 2010. Estudio sobre la variabilidad de la frecuencia cardíaca por efectos de la radiación de microondas procedente de los teléfonos móviles a una frecuencia de 2,4 Ghz, afectando al sistema nervioso autónomo. European Journal of Oncology Biblioteca vol.5:. 273-300 http://www.icems.eu/papers.htm?f=/c/a/2009/12/15/MNHJ1B49KH.DTL parte 2.
7.- Havas M. y Marrongelle J. 2013. Nuevo estudio sobre la variabilidad del ritmo cardíaco producido por los teléfonos inalámbricos, confirmando los hallazgos del primer estudio. Electromagn Biol Med 32 (2):. 253-266 https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23675629
8. Maganioti AE et al., 2010. Los campos electromagnéticos producidos por el Wi-Fi producen alteraciones observables en el electroencefalograma. Taller Internacional sobre los Efectos Biológicos de los campos electromagnéticos.http://www.istanbul.edu.tr/6internatwshopbioeffemf/cd/pdf/poster/WI-FI%20ELECTROMAGNETIC%20FIELDS%20EXERT%20GENDER.pdf
9. Margaritis LH et al., 2013. La oogénesis de la Drosophila como biomarcador de la respuesta a los campos electromagnéticos. Electromagn Biol Med., Versión electrónica anterior a su publicación en papel. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23915130
10. Naziroğlu M. y Gumral 2009. Efectos sobre la modulación de la L-carnitina y el selenio inducida por el estrés oxidativo producido por los dispositivos inalámbricos (2,45 Ghz) y registro de los electroencefalogramas del cerebro de ratas. Int J Biol Radiat. 85 (8):. 680-689http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19637079
11. Nazıroğlu M. et al., 2012. Los dispositivos inalámbricos (2,45 Ghz) inducen estrés oxidativo y la proliferación de células cancerosas de la leucemia humana a través de la afluencia de moléculas citosólicas de Ca2+ . International Journal of Radiation Biología 88 (6):. 449-456 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22489926
12. Nazıroğlu M. et al., 2012b. La melatonina modula la lesión oxidativa inducida por los dispositivos inalámbricos (2,45 Ghz) a través de TRPM2 y los canales de Ca(2+) en el cerebro y los ganglios dorsales de las ratas. Physiol Behav. 105 (3):. 683-92 http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22019785
13. Oksay T. et al., 2012. Efecto protector de la melatonina contra el daño oxidativo en los testículos de las ratas inducido por dispositivos inalámbricos. Andrologia doi: 10.1111/y 12044. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23145464
14. Papageorgiou CC et al., 2011. Efectos de las señales Wi-Fi en el componente P300 de los potenciales relacionados con eventos mediante el test auditivo de Hayling. Journal of Integrative Neuroscience 10(2): 189-202. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21714138 (Wi-Fi altera la actividad cerebral en los adultos jóvenes: http://wifiinschools.org.uk/resources/wifi+brain+July+2011.pdf)
15. Shahin S. et al., 2013. La radiación por microondas de 2,45 Ghz induce estrés oxidativo, afectando a la implantación o el embarazo en los ratones. Mus musculus. Appl Biochem Biotechnol 169: 1727 - 1751. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23334843
16. Türker Y. et al., 2011. El selenio y la L-carnitina reducen el estrés oxidativo en el corazón de las ratas, inducido por la radiación de 2,45 Ghz procedente de los dispositivos inalámbricos. Biol Trace Elem Res. 143(3): 1640-1650. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21360060