El columnista del diario estadounidense 'The New York Times' Thomas Friedman plantea que EE.UU. reconsidere su postura en Oriente Medio: dejar de bombardear al Estado Islámico y pasar a proporcionarle armamento para hacerle frente a Irán.


Comentario: Que bonita postura, vamos a "condenarlos por decapitar a inocentes, pero a la vez vamos a usarlos para que decapiten a Irán",¿En que cabeza cabe esto? ¿Tan arrogante es la percepción de su posición en el mundo?


"¿Por qué va en nuestro interés destruir el último bastión suní [al Estado Islámico] que hace frente a la conquista total de Irak por Irán? ¿Por qué las milicias chiitas que ahora dirigen la lucha contra el EI gobernarán Irak mejor? ¿En serio?", se plantea Thomas Friedman, triple ganador del Premio Pulitzer y columnista de 'The New York Times'.
estado islamico islamic state isis
© Thaier Al-Sudani / Reuters

"El Estado Islámico, con todo lo horrible que es, surgió como la respuesta del arabismo sunita a la derrota de ese mismo arabismo sunita (... ) ¿Deberíamos estar armando al Estado Islámico? ¿Por qué, por tercera vez desde el 11 de septiembre, estamos librando una guerra en nombre de Irán?, se interroga.


Comentario: Es un argumento tan desesperado, ¿Acaso no nos habían dicho que desde el 11 de Septiembre se libraban guerras por la libertad y la democracia? además, si su argumento fuese cierto, y las guerras fueron por Irán, ¿No indicaría esto entonces que Irán y libertad/democracia son iguales? la pregunta real debería ser, ¿A quien le conviene que Irán sea destruido?


"En el despiadado Oriente Medio, lo único que llama la atención es la amenaza de derrocamiento del régimen por la fuerza. [Barack] Obama no tiene esa ventaja en Irán (...) estamos negociando [sobre el acuerdo nuclear] con Irán sin una influencia creíble de amenaza de la fuerza. Y los ayatolás lo saben", advierte el columnista.


Comentario: Una vez mas, se pinta al Oriente Medio como una tierra despiadada y salvaje, cuando lo que el omite es que, el Oriente Medio es un lugar civilizado con seres humanos que regresaron a "la era de piedra" gracias a las guerras que occidente lanzo en la región.


En el artículo, Friedman lamenta que EE.UU. haya aniquilado a dos de los 'enemigos' de Irán. "En 2002, destruimos al principal enemigo sunita de Irán en Afganistán (el régimen de los talibanes). En 2003, destruimos al principal enemigo sunita de Irán en el mundo árabe (Sadam Husein). Pero hemos fallado a la hora de erigir un orden pluralista autosustentable que pudiera haber servido de contrapeso duradero a Irán, ya que hemos creado un vacío en Irak y en el resto del mundo árabe sunita. Y esto es por lo que los representantes de Teherán dominan indirectamente cuatro capitales árabes: Beirut, Damasco, Saná y Bagdad", sostiene Friedman.