Si comparamos un cerebro normal, el de un obeso y el de un adicto a cocaína, el cerebro normal contiene mucha más cantidad de la sustancia resaltada de color rojo (vea la imagen), la llamada dopamina. Esta sustancia química se produce en la parte del cerebro que asociada con la recompensa, explica el rotativo Mic.
Cuando alguien experimenta una recompensa - por ejemplo, mientras come una comida especialmente sabrosa - el nivel de dopamina alcanza su máximo. Para los adictos, se trata de todo lo contrario: este pico de dopamina solo llega en la anticipación de la recompensa, en lugar de con la propia recompensa real. Más tarde, una vez que se consigue, los efectos son débiles porque el cerebro ha sido inundado con la dopamina.
Los escáneres cerebrales muestran que los adictos de todo tipo tienen menos receptores de dopamina de media en su cerebro, por lo que las señales de dopamina se envían más débiles entre células. Esto es lo que hace el azúcar al cerebro - exactamente lo mismo que el tabaco, el alcohol y la cocaína.
En 2013 investigadores de la Universidad de Connecticut descubrieron que los productos ricos en azúcar y grasa pueden ser tan adictivos como la cocaína: estimulan el cerebro de la misma manera en que lo hacen las drogas.
Comentario: Las grasas saludables no crean adicción, el artículo está haciendo referencia a las grasas "trans" que ahora se llaman grasas hidrogenadas en un intento por distraer y seguir engañando al consumidor. Para más información: En defensa de las grasas
Algunos especialistas opinan que estos productos representarían aún mayor peligro que las drogas debido a su accesibilidad y asequibilidad.
Comentario: Y la introducción de productos ricos en azúcar en la vida de los seres humanos en tal cantidad a tan temprana edad, está conectada de una manera u otra a niveles muy altos de poder en el planeta, por ejemplo, las compañías que ofrecen productos tan destructivos y adictivos como el azúcar en todas sus presentaciones, están ligadas a las compañías que ofreces medicamentos para tratar las consecuencias del consumo de azúcar y alimentos tóxicos.
Ellos a su vez están metidos en el gobierno y el gobierno hace que sus reglas se vuelvan leyes y hasta guías oficiales, como la pirámide alimenticia, y todo se revuelve miserablemente alrededor de las GANANCIAS, a pesar del costo de la calidad de vida de billones de personas.