La situación en Ucrania se agravó en las últimas 24 horas, declaró el presidente de la OSCE, Ivica Dacic.
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El comunicado indica que la situación "empeoró gravemente afectando a los civiles". Dacic expresó sus condolencias a los familiares de los muertos y a los heridos.

"Llamo a cesar inmediatamente las hostilidades y a cumplir plenamente con el protocolo de Minsk del 5 de septiembre de 2014 y el memorando del 19 de septiembre de 2014", señaló.

Recordó también que el 20 de enero todos los países de la OSCE tomaron una declaración que señala que el conflicto "no puede resolverse con la violencia sino a través del diálogo" que debe reanudarse inmediatamente.

Mientras, el jefe de la misión de observadores de la OSCE en Ucrania, Ertugrul Apakan, denunció los bombardeos contra Donetsk.

"Las informaciones previas muestran que un gran número de civiles murieron o resultaron heridos por proyectiles que ayer cayeron sobre los barrios de Donetks", indicó.

Agregó que "volvemos a ver el impacto de la crisis sobre civiles inocentes y el derramamiento de sangre; debemos comprender que el sufrimiento humano es el principal resultado de esta violencia".

Apakan llamó a los bandos a duplicar sus esfuerzos para conseguir acuerdos y a "la máxima contención y responsabilidad para prevenir que continúen el flujo de refugiados y los sufrimientos".

El Este de Ucrania sufre una nueva escalada del conflicto que estalló en abril pasado.

El 9 de diciembre empezó en la región a regir un nuevo armisticio pactado con la mediación de la OSCE, sin embargo, a partir del 18 de enero el Ejército ucraniano intensificó los ataques contra las posiciones de los milicianos.

En respuesta, los líderes de Donbás lanzaron una ofensiva para impedir los ataques de artillería que causan víctimas entre la población civil.

Según Moscú, los últimos acontecimientos en el este ucraniano, como los ataques contra Donetsk, Volnovaja y Mariúpol, confirman los temores de que Kiev quiere resolver el conflicto por la fuerza.