La política estadounidense hacia Moscú es ahora más agresiva que nunca, ya que no solo tiene como objetivo derrotar a su política exterior, sino también busca provocar un cambio en el régimen político del país, declaró Alexéi Pushkov, presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal de Rusia.
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"EE.UU. está ahora a merced de las emociones antirrusas", afirmó Pushkov en una entrevista al periódico 'Izvestia', explicando que los analistas políticos que vienen de EE.UU. dicen que "incluso en medio de la Guerra Fría, incluso con Reagan no hubo tanta histeria y tanta propaganda antirrusa".

"Si entonces el objetivo era derrotar a la política exterior de la Unión Soviética, ahora la meta es cambiar el régimen político en Rusia", explicó el diputado.

A su juicio, para lograr ese objetivo, Washington ha preparado tres posibles guiones. El primero de ellos consistía en organizar un 'maidán ruso' a través de las protestas antigubernamentales en la plaza Bolótnaya de Moscú, a cuyos participantes EE.UU. consideraba "un movimiento prometedor que necesitaba apoyo informativo y político".

El segundo guión se basa en "la oposición radical proestadounidense", con la que Washington mantiene estrechos contactos y que, según Pushkov, está siendo utilizada para intentar desestabilizar la situación política en Rusia.

"Por supuesto, sus perspectivas políticas en Rusia son despreciables, pero EE.UU. no tiene nada mejor", señaló el jefe del Comité de Exteriores de la Duma, agregando que, a su juicio, "ningún movimiento de masas en Rusia está preparado para convertirse en un portavoz de EE.UU.".

Finalmente, el tercer plan "es una desestabilización económica de Rusia para crear protestas masivas y poner en duda la credibilidad y la influencia de Vladímir Putin", sostuvo Pushkov.

Añadió que, aunque sí existen estos guiones para intentar organizar una especie de 'revolución naranja' en Rusia, "la pregunta es si son factibles".

"EE.UU. se ha embarcado en el camino de laguerra fría con Rusia, e incluso si Rusia cambiara su posición acerca de Ucrania, no creo que Estados Unidos cambiara su política", dijo el diputado.

Por el momento, "no se ve la posibilidad de que el curso de EE.UU. cambie". Es más, los que luchan por el poder en Washington ahora "son mucho más radicales que Barack Obama", aseveró.