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Hay muchos caminos para descubrir la naturaleza de nuestro universo. Los miembros de la teoría del Universo Eléctrico (UE), David Talbott, Wal Thornhill, Don Scott, Ev Cochrane y Dwardu Cardona, se han centrado en diferentes aspectos de la naturaleza del mundo que nos rodea, y lo que nos ofrecen son interconexiones intrigantes. Los especialistas interesados ​​en el UE en las áreas de historia planetaria, mitología, electricidad, plasma, geología, arqueología y el hombre prehistórico, a menudo sostienen la hipótesis de esa interconexión y se apoyan mutuamente, lo que sugiere una historia y una comprensión actual de nuestro universo que resulta revolucionaria y convincente.

La fascinación por el universo que nos rodea se remonta a unas épocas de mucho antes que hubiesen telescopios, sondas espaciales, o misiones de transbordador, más bien a cuando el hombre prehistórico levantó sus ojos al cielo. Los pictogramas de una gran diversidad de culturas primitivas representan de forma independiente la fascinación y el miedo del hombre a lo que observaba. Los mitos y leyendas hablan de acontecimientos extraños y violentos, dramas aterradores en los cielos y cambios catastróficos en el propio orden cósmico.

El hombre primitivo construyó templos a las figuras celestiales y las adoraban como dioses. Los mitos y las pictografías de la antigüedad muestran claramente que, al mismo tiempo, nuestros ojos vieron un cielo muy diferente de lo que los astrónomos ven en sus instrumentos de hoy. Como declara Wal Thornhill, las especialidades tan estrictamente compartimentadas de hoy día tienen una visión a modo de túnel, ya que no están capacitados para ver cualquier relevancia de otros campos que la suya, o simplemente hacen referencia a las observaciones de no más de unos pocos años. Don Scott ha observado que la educación de la mayoría de los astrofísicos se detuvo en la gravedad de Einstein y tienen poco o ningún conocimiento de la ciencia eléctrica, y así llegan a explicaciones enrevesadas para los fenómenos que no entienden, es decir, agujeros negros, energía oscura, teoría de cuerdas y el Big Bang .

En una de nuestras conferencias sobre el UE, Pierre-Marie Robitaille presentó una impresionante evidencia científica fundamental de que uno de los principios favoritos de la astrofísica, aplicado universalmente, no es en general tan válido como se había supuesto. La ley de Kirchhoff de la radiación, junto con la derivación de Max Planck de la misma, supone a menudo que sea aplicable en casi cualquier caso, incluso cuando en realidad no lo es. La idea de que un pico en la característica de emisividad de un objeto revelará absolutamente la temperatura exacta de ese objeto, sin importar cuál sea su composición, es fundamentalmente errónea. Pierre-Marie Robitaille y Steven Crothers, un experto matemático, han publicado un documento innovador, "La Teoría de la Radiación Térmica Revisada". Pierre-Marie ha ofrecido numerosas presentaciones señalando que muchos de los resultados de investigaciones previamente aceptadas son fatalmente defectuosas. Su trabajo, al igual que la de muchos otros investigadores de la UE, han sido recibidas por el establishment científico con la negación y la burla, o ha sido ignorado.

Ev Cochrane, autor del libro, "Las muchas caras de Venus", observa que la historia reciente de la investigación científica de Venus revela un vasto cementerio teórico de hipótesis descartadas, de falsas deducciones, premisas erróneas, observaciones de mala calidad, y un pensamiento ilusorio. Mientras que muchos astrónomos, Carl Sagan entre ellos, esperaban que las nubes de Venus estuviesen compuestas de agua, el Mariner 9 encontró muy poca agua y muchísimo ácido sulfúrico concentrado. Cochrane señala que, donde los líderes astrónomos esperaban "observar" una vegetación exuberante venusiana en plena floración, las sondas espaciales modernas descubrieron un páramo reseco y estéril.

De hecho, haciendo honor a la verdad, las misiones Mariner, Magellan, y Pioneer, han obligado a los astrónomos a revisar radicalmente sus evaluaciones previas en cuanto al origen de Venus, su naturaleza y su historia geológica. Cochrane declara que, en prácticamente todas las principales características del paisaje y atmósfera venusiana, las expectativas teóricas de los astrónomos han demostrado estar equivocadas una y otra vez. Dado este deprimente historial, parece haber buenas razones para mantener un sano escepticismo respecto a las "mejores conjeturas" de los astrónomos actuales, acerca de lo relativo a Venus y su historia reciente; o posiblemente también la de otros planetas. De hecho, hay buenas razones para creer que otras revisiones, aún más radicales, están en liza para nuestra comprensión de Venus.

Muchos astrónomos y mitólogos tradicionales descartan los relatos y dibujos primitivos como las fantasías de unas culturas primitivas que carecían de una comprensión de aquello que observaban. Sin embargo, los expertos en mitología comparada, David Talbott, Ev Cochrane, y Dwardu Cardona, han encontrado que existe un patrón consistente en estas historias. Cuando muchas culturas diferentes, y muy distantes entre sí, cuentan la misma historia, existe la probabilidad de que éstas no sean meros vuelos de la imaginación, sino observaciones válidas. Si los astrónomos de hoy volvieran a examinar sus suposiciones acerca de lo que es o no es posible en el cosmos y echaran un vistazo nuevo e imparcial a las fotos que envían las sondas de la NASA, así como a las imágenes de sus propios telescopios, encontrarían fuertes evidencias que apoyan una visión de la cosmología distinta a la adoptada por los principales astrónomos, una que el hombre antiguo vio con toda claridad.

David Talbott señala que, en aquellos primeros tiempos, el hombre adoraba los cuerpos celestes como a dioses. Los mitos proclaman: "Nosotros una vez vivíamos en presencia de los dioses". Estos dioses tenían poderes visibles, a menudo caprichosos, y con frecuencia violentos. Los sacerdotes astrónomos de la antigua Mesopotamia y de otras partes, dejaron claro que estos notables poderes eran los planetas. Si los mitos que rodean a estos dioses deben ser tomados en serio, se plantean muchas preguntas. ¿Por qué el hombre antiguo rendían culto al dios Saturno? Para una persona promedio, el planeta Saturno es muy difícil de encontrar en el cielo de hoy.

Algunos mitólogos postulan que no hay pruebas que conecten en una antigua tradición al héroe guerrero con cicatrices de la leyenda con el dios Marte, ya que el planeta que conocemos en la actualidad como Marte es sólo una pequeña mancha el cielo; y su profundo cañón de 3.862 Km. de largo (cicatriz), el Valles Marineris, no puede ser visto desde la Tierra sin un potente telescopio. ¿Por qué, entonces, los antiguos representan a Venus como un dragón de fuego o una diosa con una larga cabellera, si el planeta no era más que un punto brillante como en el cielo hoy?

Valles Marineris
© NASAValles Marineris
Muchos mitos antiguos hablan de un violento rayo que interactuaba entre los dioses. Por supuesto, hoy día vemos rayos en la tierra, pero nunca "rayos" que conecten los planetas. ¿Qué pudo haber causado estas interacciones violentas hace tanto tiempo? Debido a su comprensión del plasma, ese gas electrificado que representa más del 90% de nuestro universo, Wal Thornhill y Don Scott han formulado algunas hipótesis, como causa de tales interacciones violentas en el pasado. Relacionado con el presente cielo eléctrico, Scott ha estudiado el comportamiento del plasma en la forma de Corrientes de Birkeland y habló en las dos últimas conferencias del UE sobre las contracorrientes giratorias que descendían hacia el polo norte de Saturno. Poco después de que él mostrara los diagramas de sus hipótesis de estas rotativas Corrientes Birkeland, un vídeo producido por la NASA apareció en Internet, mostrando de forma clara y exacta lo que Scott había previsto, sin embargo, a su propuesta y razones se le ha hecho caso omiso.

Otra hipótesis cuya argumentación resultó ser verdadera fue la predicción de Thornhill, que si un cometa fuese impactado por un bloque de cobre, tal y como la NASA anunció que se proponía hacer, la poderosa descarga eléctrica se produciría poco antes del impacto. Aunque la NASA no previó tal posibilidad, esto es exactamente lo que ocurrió. Dado el caso, la explicación de Thornhill de la descarga eléctrica se ha ignorado o denigrado, muy probablemente porque los que están en el mundo de la astrofísica han desarrollado una mentalidad colectiva en contra de cualquier tipo de causalidad eléctrica en el cosmos.

Una excelente fuente de información sobre el Universo Eléctrico es el sitio web Thunderbolts, gestionado por el industrioso erudito del UE, Stephen Smith. El hombre prehistórico también estuvo fascinado por el universo, al igual que Scott y Thornhill hoy día, pero a menudo lo que los antiguos eligieron representar tiene poco que ver con lo que hoy dia vemos en el cosmos. Talbott señala que los pictogramas muestran lo que hoy se considera comúnmente el Sol como un disco enorme, con uno más pequeño en el centro, y a menudo con unos rayos que fluyen hacia fuera de él, además de un tercer círculo más oscuro sobrepuesto en el centro. En nuestro Sol no se ve nada de eso. En muy distintas culturas vemos el símbolo de una media luna con una estrella en el centro. ¿Cómo podría ser esto, cuando no hay estrella o planeta más cercano a la tierra que nuestra Luna para formar una configuración de este tipo? Y lo más importante, ¿por qué tantas antiguas culturas, dispares y alejadas, pueblos que nunca pudieron haber estado en contacto unos con otros, como los sumerios, egipcios, chinos, indios nativos americanos, mayas, babilonios, los aborígenes australianos, y muchos otros, todas ellas cuentan la misma historia y hacen dibujos similares?

Si estos antiguos escritos se basaron en observaciones válidas en lugar de fantasías, ¿qué nos dicen? Cardona, Cochrane y Talbott teorizan que la Tierra antes se movía en una alineación lineal de planetas que no tienen ningún parecido con nuestro sistema solar actual. Tal como se vería desde la Tierra, varios planetas aparecían juntos, como imponentes formas en el cielo norteño. En su fase estable, los planetas se moverían en un equilibrio "co-lineal", quedarían en una línea conforme el sistema se movía a través del espacio. Para los observadores de la tierra, el resultado sería una configuración unificada de los cielos, dominados visualmente por un gran planeta brillando intensamente, uno de los que teorizan podría haber sido Saturno (entonces se vería sin su sistema de anillos de hoy). Esta alineación planetaria tan inusual estaría centrada en nuestro polo norte celeste. Y sería considerado en todo el mundo como el centro cósmico, el teatro de los dioses. Talbott postula que esto sólo puede significar que el eje de la Tierra estaba direccionado a lo largo de esa línea que atraviesa el sistema colineal.

Cuando los más tempranos textos religiosos y fuentes míticas se permitían hablar de ellos, esta es, precisamente, la disposición que describen. Lo que los antiguos estaban viendo cuando representaban al Sol como tres discos concéntricos era una alineación de los planetas muy diferente de la que hoy día vemos en el cielo. Ellos sugieren que, hubo un tiempo en que la Tierra estaba en una alineación polar, una alineación que Talbott, Cochrane y Cardona teorizan en la que estaría Saturno, Venus y Marte, el disco externo grande en las pictografías sería Saturno, el siguiente disco interior seria Venus (a menudo con rayos que emanaban de él), y en el centro oscuro o rojo estaría Marte. La visión de una media luna con un cuerpo en forma de estrella en su centro sería imposible si fuera nuestra media luna. Sin embargo, sería un hecho si la escena que se ve desde la Tierra en su alineación polar la media luna fuera Saturno, un poco iluminado por el Sol, y el objeto en forma de estrella sería Marte superpuesto a Venus.

El físico Interdisciplinario Wal Thornhill aventura que, a su vez, la Tierra pudo haber estado protegida dentro del aura de una estrella fría enana marrón, el proto-Saturno, que proporcionó el ambiente ideal para la vida en la Tierra. Dada esta configuración, la Tierra habría bañada del constante resplandor benéfico de Saturno, sin diferencia entre el día y la noche, y de una sola estación benigna continua. Esto habría sido la era "antes de tiempo", teoriza Dave Talbott, esa "Edad de Oro" o "Edad de la Perfecta Virtud," o "Jardín del Edén", tan representada de una u otra forma en todos los diversos mitos y religiones.

Nuestros primeros antepasados ​​retrataron los eventos celestes a través de una recreación ritual y narrativa, trayendo a esas personalidades celestiales originales a la tierra convirtiéndolos en legendarios "antepasados" sobre los que contar historias. Debido a esta identificación con los dioses, las naciones de todo el mundo se convirtieron en los niños especiales del creador mítico, y el propio creador a menudo era transformado en un legendario primer rey de la tierra. La actividad sagrada venía siendo promulgada en el mundo entero conforme los humanos revivían los acontecimientos cósmicos de la tierra. Dos motivos primordiales destacan: la nostalgia del paraíso perdido de la Edad de Oro y el profundo temor a una vuelta a los días del Juicio final, que fue alimentando las guerras colectivas, los sacrificios y la culpa.

Un grupo de astrónomos, físicos, ingenieros eléctricos y expertos en el campo de la mitología antigua, han comenzado a cuestionar algunas de las hipótesis generalmente aceptadas de la historia de nuestro sistema solar y de las teorías convencionales de la cosmología y están de acuerdo en que nuestro sistema solar tuvo un catastrófico pasado. Un tema común en los mitos y las religiones de muchas culturas separadas es el de un día del Juicio final que llevó a su fin a la Edad de Oro. ¿Podría ser que una perturbación en la alineación polar de Saturno diese lugar a ese juicio final que estas culturas recuerdan cada una de forma independiente?

La causa exacta de una eventual ruptura de la alineación polar es desconocida. Pudo haber sido el resultado del paso cercano de un asteroide o un cometa. Tal vez una inestabilidad inherente a dicha alineación diera lugar a su disolución natural. Cualquiera que sea la causa de la ruptura, sabemos que el resultado final es lo que vemos hoy en día, las plácidas, casi circulares y bien separadas órbitas de nuestro sistema solar actual. La hipótesis de Dwardu Cardona es que lo que se conoció como la "Creación" no procede de la nada, sino que hubo una situación preexistente al caos que fue, entre otras cosas, entendida como un océano celestial, circunscrita la estrella enana sub-marrón que emitía la irradiación de luz bajo la que se narra el mito del Primer Dia.

Muchos escépticos dicen que no existe un mecanismo que pueda haber circularizado los caminos, totalmente divergentes, de los planetas que fueron expulsados ​​de esa configuración polar. El ingeniero eléctrico, Donald Scott, apunta que la física de plasma nos muestra que los planetas pueden interactuar eléctricamente si están dentro de las vainas de plasma que protegen a cada uno (magnetosferas). La repulsión eléctrica es lo que pasa como alternativa (cuando las vainas de plasma de los planetas se cruzan) y cuando no pasa (cuando las vainas no se cruzan) podría circularizar órbitas relativamente rápido. Además, existe una fuerte evidencia de que la gravedad y la masa en sí depende de la carga eléctrica.

Por otro camino y hacia esa comprensión actual de nuestro universo, es la sugerencia de Scott de que el funcionamiento de la fotosfera del Sol puede ser caracterizada y comprendida mejor a través de un estudio detallado como si fuera un transistor electrónico que desempeña sus funciones dentro de un circuito electrónico. Varios fenómenos únicos observados en y por encima de la superficie del Sol, son relativamente fáciles de entender mediante el comportamiento análogo al 'modelo de transistor del Sol' de Scott.

Otra pregunta que se relaciona con el enigma de cómo la Tierra es diferente hoy que el de la antigüedad, es el tamaño de los dinosaurios gigantes. Dado lo que sabemos sobre la masa a la proporción de músculo, no hay manera de que esas enormes bestias pudieran haber levantado sus cabezas, y mucho menos caminaran, con la gravedad que tenemos en la actualidad. ¿Podría una disposición planetaria distinta y/o una carga eléctrica de la Tierra haber proporcionado una gravedad disminuida que permitiera a estos gigantes ponerse de pie y caminar?

Aunque hay dudas sobre la gravedad de la Tierra en la época de los dinosaurios, es ampliamente reconocido que su rápida desaparición fue causada por una catástrofe. De alguna manera, nuestra gravedad y nuestro entorno han cambiado, probablemente de forma abrupta, o tal vez en varias repetidas ocasiones. Es bien sabido que hay una memoria universal de catástrofes del tipo Juicio final en las leyendas ancestrales de inundaciones, temibles rayos del cielo, y una época de oscuridad que descendió sobre la tierra. La cuestión es, ¿cómo se produjeron estas catástrofes? Ciertamente, para que los planetas cambiaran sus alineaciones y gravedad, debieron haber ocurrido cataclismos de proporciones gigantescas. Islas en el ártico que tienen mas de huesos rotos que de tierra, antiguas ciudades sumergidas en los océanos, fósiles de conchas marinas en las cimas de las montañas, y encontraron bestias congeladas en el ártico con hojas de palma en sus estómagos, son algunas evidencias de este tipo de eventos violentos.

El arco eléctrico y la cicatrización eléctrica son fuertes indicios de eventos catastróficos pasados ​​en el sistema solar. Wal Thornhill propone que las cicatrices del Valles Marineris en Marte, pueden haber sido realizadas por una descarga eléctrica, y que el Gran Cañón en Arizona podría haberse formado de la misma manera. El origen del Gran Cañón ha sido durante mucho tiempo objeto de controversia, y los geólogos están actualmente repensando sus teorías sobre esta área. Los del Universo Eléctrico se preguntan: si el cañón fue causado por un río, donde está el delta (los restos), y por qué son así los llamados afluentes perpendiculares en lugar de en ángulo como es lo típico de los afluentes de los ríos? Desde el aire, el Gran Cañón se asemeja al patrón de Lichtenberg (el patrón que se forma en el campo de golf cuando el palo es golpeado por un rayo.)

Thornhill señala en su obra, "El Universo Eléctrico", que el plasma impregna el sistema solar y el arco se producirá siempre y cuando los organismos cargados interactúan eléctricamente. Propone que es justo como un arco voltaico y que capaz de causar cráteres en los planetas, asteroides y lunas, incluso en la Tierra. Él postula que las imágenes de los cráteres que envían nuestras sondas espaciales no muestran una forma coherente con un impacto ni con los modelos volcánicos. Casi cada uno de los cráteres que observamos es redondo, no elíptico, como muchos de ellos serían en caso de ser meteoros que entran en un determinado ángulo. Suelen tener fondos planos con conos centrales cónicos. El estrato de los picos centrales no ha sido alterado en muchos de los llamados cráteres de impacto, y sus paredes son aterrazados, cráteres secundarios que se forman en los bordes de los cráteres primarios.

El físico de plasma, Dr. C. J. Ransom, ha simulado esas creaciones en su laboratorio de Vemasat mediante un arco eléctrico. Thornhill ha demostrado en laboratorio que esas características son las que se esperan con la formación de un arco eléctrico, no con los impactos. En algunos pequeños asteroides los cráteres son enormes, con diámetros que superan el radio de los asteroides. Si estos cráteres hubieran sido causados ​​por impactos, seguramente dichos asteroides habrían sido destruidos. ¿Son estos cráteres causados ​​por arcos eléctricos, ese fenómeno que fue interpretado como los "rayos" que estallaron entre los dioses (los planetas) tal como se describe en los antiguos mitos?

El corolario de Universo Eléctrico de Thornhill es una teoría que hizo que el ingeniero Ralph Juergens relacionara con el mecanismo que energiza al Sol. Siguiendo el camino de Juergens, Donald Scott sostiene que la actual corriente de astronomía está intentando ignorar datos que contradicen su modelo aceptado de "fusión nuclear". Él sugiere que tanto la configuración polar como la hipótesis del Universo Eléctrico están fuertemente apoyados por la investigación en el campo de la ciencia de plasma. El modelo matemático cuidadosamente elaborado de Scott de la Corriente de Birkeland, muestra cómo la energía en forma eléctrica es transportada a través de grandes distancias en el espacio cósmico, sin ser disipada ni desviada de su camino.

Scott ha sido la primera persona en demostrar que el campo magnético dentro de una corriente de Birkeland se prolonga hacia fuera y sigue siendo más eficaz a distancias mucho mayores que cualquier otro tipo de fenómeno cósmico conocido. Ha explicado la física racional de por qué las distancias orbitales de los planetas al Sol se correlacionan perfectamente con ciertas propiedades de su modelo de Corriente de Birkeland. ¿Podría el cabello que fluye de Venus, o el "dragón de fuego" (como ese planeta se representa en muchos mitos y dibujos antiguos) haber sido en realidad los brillantes iones de torsión de las corrientes de Birkeland (o "cosas de cuerdas" como el mainstream de astrónomos los llaman)?

Los petroglifos que muestran formaciones de escalera y leyendas de una "escalera al cielo" o la escalera de Jacob bien podrían estar basados en observaciones de corrientes de Birkeland e inestabilidades del plasma como las que Tony Peratt vio en su laboratorio de plasma en Los Alamos. Es interesante observar con qué frecuencia se incluye una esfera (¿planeta?) en imágenes del dragón chino. Las astro-fotografías tomadas en el monte Palomar y el Mt. Wilson por el astrónomo Halton Arp, ha eliminado uno de los principales ejes del soporte estándar de la cosmología moderna. Los astrónomos tradicionalmente asumen que, si un objeto, como una galaxia, exhibe fuertemente una cualidad llamada "corrimiento al rojo positivo", entonces ese objeto debe 1) estar retrocediendo rápidamente lejos de nosotros y 2) estar muy distante. Este supuesto ha llevado a los astrónomos a pronunciarse sobre la existencia de tales nociones contra-intuitivas como el Big Bang, la materia perdida, agujeros negros, estrellas de neutrones, la energía oscura y la expansión del espacio curvo. Decenas de fotografías de Arp proporcionan la fuerte evidencia de que la suposición de que el "desplazamiento hacia el rojo es igual a la distancia" es errónea. La teoría de Arp, basada no sólo en sus propias fotografías, sino también en imágenes que se han tomado por telescopios satélite de rayos X, como Rosat, que hay un proceso evolutivo de nacimiento de la galaxia y su maduración.

Objetos pequeños nacen de los núcleos activos (AGN) de galaxias madres. Estos objetos son llamados quásares (QSO) u objetos BL Lac. Suelen ser expulsados simétricamente desde la galaxia madre a lo largo de su eje semi-mayor (perpendicular al plano de la madre). Este proceso de expulsión es fuertemente apoyado por la teoría del Universo eléctrica/Plasma de Thornhill, Scott y Peratt.

El hilo que une a todos estos investigadores innovadores es su voluntad de basar sus hipótesis sobre datos que observan y cambiar estas hipótesis como se reciban nuevos datos. Con demasiada frecuencia, los científicos convencionales dejan de cuestionarse y tratan de ajustar los nuevos datos entrantes a sus teorías preconcebidas (y aceptadas). Los proponentes del Universo Eléctrico, representan una variedad de disciplinas, son conscientes de cómo en los muy diferentes campos que han de remontarse a los primeros tiempos puede entrelazarse y así descubrir hipótesis nuevas y racionales acerca de nuestro universo.

El elemento más importante en la búsqueda de la verdad es la formulación de preguntas. Los defensores del modelo de Saturno, la Configuración Polar y el Universo Eléctrico están haciendo preguntas fundamentales sobre la base de lo que han observado en los caminos de descubrimiento que han tomado y, en consecuencia, se han propuesto algunas hipótesis razonables. Todo lo que piden ahora es ser escuchados y que los oyentes abran sus ojos y sus mentes a la posibilidad de nuevos caminos al descubrimiento de algunas ideas muy razonables.
Autora: Annis Scott presentó esta ponencia en la sesión inaugural de la EU2015 en Phoenix, Arizona. Ella es escritora profesional desde 1971, es freelance y ha publicado en Cruising World y Yachting Magazines y en el periódico Hampshire Gaceta de Massachusetts. En 1983, mientras que su marido Don era profesor invitado en la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, fue contratada por el Departamento de Biología Marina para escribir 17 artículos en su revista científica. Desde que se mudó a Arizona en 1998, ha dedicado gran parte de su tiempo a la edición, en colaboración con otros escritores sobre una variedad de libros y artículos. Annis ayudó a su esposo Don a escribir su libro seminal, "El Cielo eléctrico: Un desafío a los mitos de la astronomía moderna". Durante un tiempo fue la editora de la revista ImagesAZ y ha escrito artículos para dicha publicación, así como para el periódico Arizona Republic y la artZbeat magazine.

Artículo original en inglés: "The Paths to Discovering Our Universe, Past and Present"