"Minutos antes del ataque contra el hospital recibimos una llamada del Departamento de Defensa de EEUU preguntando si los talibán habían tomado el recinto. Inmediatamente, informamos de que no había combatientes armados en el hospital o los alrededores, pero no obtuvimos respuesta y la siguiente comunicación se produjo desde nuestro lado para informar que estaban destruyendo nuestro hospital", según ha declarado Christopher Stokes, director general de Médicos Sin Fronteras (MSF), confirmando que los mandos del ejército de EEUU estaban al corriente de que no había insurgentes en el Centro Traumatológico de Kunduz (Afganistán).
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© AFP PHOTO/MSFPersonal del hospital de Kunduz se guarece durante el ataque del pasado 3 de octubre.
MSF ha hecho hizo publico este jueves elinforme realizado por la propia organización humanitaria para "esclarecer los hechos relacionados con el ataque contra el hospital a través de una investigación basada en más de 60 entrevistas con trabajadores nacionales e internacionales que se encontraban en el lugar, el registro de las llamadas telefónicas realizadas durante esas horas y diversas fotografías", según ha explicado Michael Hoffman, jefe del equipo de investigación de MSF sobre el incidente en Kunduz.

Las conclusiones del informe despejan muchas de las dudas sobre qué sucedió ese fatal 3 de Octubre sobre las 2.20AM cuando un avión de guerra AC-130 de EEUU abrió fuego contra el hospital matando a 30 pacientes y equipo médico, e hiriendo a otros 37.

"Los hechos recogidos en esta revisión confirman nuestras observaciones iniciales: el centro de traumatología de MSF estaba funcionando plenamente como un hospital con 105 pacientes ingresados y cirugías en curso en el momento de los ataques aéreos, y las normas de MSF en el hospital fueron respetadas, incluyendo la política de no armas", según ha informado a través de un comunicado escrito Joanne Liu, presidenta internacional de MSF. "Lo que exigimos es simple: un hospital en funcionamiento no puede perder su estatus de protección y ser atacado", añadió.

Los representantes de MSF en Kabul han realizado la conferencia de prensa bajo la bandera agujereada que ese día ondeaba en el hospital "como recordatorio de unos hechos que van en contra de las reglas de guerra, las cuales protegen a hospitales y centros sanitarios", ha explicado Hoffman, "por lo que los trabajadores de MSF y sus pacientes no pueden ser castigados por seguir las reglas humanitarias y atender a los heridos", ha añadido haciéndose eco del comunicado de prensa de Joanne Liu.

Por su parte, Stokes ha explicado que "nosotros no escogemos a nuestros pacientes, MSF trata por igual a todos los heridos y enfermos que llegan a su centros, y en este caso tanto el ejército de EEUU como el Gobierno Afgano y sus opositores estaban al corriente de que MSF opera según la Ley Humanitaria Internacional". Asimismo, Stokes ha facilitado una lista cronológica y el contenido de las comunicaciones telefónicas y vía SMS entre MSF y elementos de la OTAN y del ejército de EEUU, que confirman los hechos relatados por la organización humanitaria.

Por otro lado, Stokes ha admitido que en el momento del ataque "estábamos tratando a diversos heridos de ambos bandos, al menos 65 talibán y unos cinco heridos de las fuerzas de seguridad afganas, pero todos ellos aceptaron nuestras reglas y ningún combatiente fue admitido en el centro llevando un arma o equipos de comunicación", ha reiterado, así como ha negado las informaciones que apuntaban a que los insurgentes establecieron un centro de operaciones en el hospital.

Por ello, el director general de MSF ha querido dejar claro que "a pesar de que MSF ha recibido el apoyo del presidente afgano", Ashraf Ghani, "sigue habiendo sectores gubernamentales que aseguran que en el momento del ataque había 300 guerrilleros talibanes en el hospital. Esas insinuaciones no tienen ninguna base y además de ridículas han sido realizadas por presuntas fuentes oficiales que no quieren ser identificadas".

Para Michael Hoffman ahora la cuestión más importante es saber "si nuestros hospitales han perdido el estatus de protección humanitaria desde el punto de vista de las fuerzas involucradas en el conflicto", y ha añadido que "de momento, hemos enviado este informe a las diferentes organizaciones que están investigando el ataque", entre las que se incluyen las que varios equipos de EEUU, el Gobierno de Afganistán y la misión de la OTAN en el país están realizando de manera conjunta o independiente, "y que esperamos respondan a la única cuestión que MSF no puede responder: "¿por qué se ordenó este ataque? Una pregunta que sólo puede ser esclarecida por aquéllos que aprobaron los ataques aéreos", ha concluido.

Finalmente, el director general de MSF ha explicado que "no restableceremos operaciones en Kunduz hasta que estemos completamente seguros de que nuestro equipo, tanto nacional como internacional, puede operar en la zona con seguridad", por lo que los cientos de pacientes que dependían del Centro Traumatológico tendrán que esperar y confiar en la pobre y mal equipada asistencia sanitaria proporcionada por el Gobierno de Kabul.