Es un hecho que estamos obsesionados con el envejecimiento, o mejor dicho, con no envejecer jamás. La leyenda de una "fuente de la eterna juventud" ha dado para muchos libros y películas, pero por el momento sigue siendo eso, una mera leyenda, aunque parece que la sangre joven tendría algunas pistas sobre el asunto.

Envejecimiento
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Sea como fuere, por el momento solo podemos prevenir, o al menos hacer este envejecimiento lo más saludable posible, como por ejemplo evitando la depresión o el desempleo a largo plazo (ambas causas de aceleración del envejecimiento); o buscando un estilo de vida saludable, ¡e incluso dedicarse a la música!

Estos son factores que podemos "controlar" de alguna forma, pero, ¿y si pudiésemos tener un interruptor celular que nos ayudara?

El "botón" capaz de mantener la división celular

Eso parecen haber descubierto los científicos del Instituto Salk, ya que afirman que es posible provocar que las células sanas mantengan su división, y por tanto que se regeneren, incluso en la vejez. Como todos los objetos materiales, nuestro cuerpo también se estropea con los años, y esto se debe sobre todo a los fallos de estas divisiones celulares que podrían solucionarse.

En un cuerpo sano y joven, las células se dividen constantemente para reparar o ir sustituyendo con el tiempo órganos como pulmones, hígado, pie... Pero la mayoría tienen un limite, pues en cada división se acortan los extremos de los cromosomas, conocidos como telómeros. Cuando llega ese limite, se para la división, y los órganos dejan de regenerarse, empiezan a fallar. Es lo que conocemos como envejecimiento.

Sin embargo, hay ciertas células que producen una enzima, la telomerasa, la cual es capaz de reconstruir estos telómeros dejando que las células se dividan indefinidamente. Y parece que ha llegado el día de aprender a controlar dicha enzima.

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El control de la telomerasa, clave para el envejecimiento

Según el autor del estudio, Vicki Lundblad, la telomerasa siempre está disponible en las células, no desaparece, sino que está en "off". Pero por lo visto es posible volver a encenderla, al menos según su trabajo publicado en Genes and Development. Su comprensión y manipulación podría ser la clave para nuevos tratamientos relacionados con el envejecimiento prematuro de los órganos, aunque evidentemente también abriría las puertas a esa ansiada "poción de la eterna juventud".

Para llegar a esta conclusión, Lundblad y uno de sus estudiantes estudiaron la levadura Saccharomyces cerevisiae, conocida por sus usos en la industria del vino y el pan.

Como ya sabemos, cada vez que una célula se divide, todos sus genes de duplican. A su vez, según la nueva investigación, mientras se produce dicha duplicación la telomerasa se prepara a modo de "premontaje", con la falta de una subunidad molecular importante. Pero cuando se duplica completamente el genoma, la subunidad que falta se une a la telomerasa, volviéndola completamente activa, y por tanto capaz de reparar los telómeros. Sin embargo, para sorpresa de los investigadores, este complejo de la telomerasa se desmonta rápidamente y vuelve a un estado inactivo, es decir, a su posición en "off".

Controlar ese momento crítico de desmontaje podría ser la clave para una división celular indefinida (como sucede con el cáncer, donde la telomerasa es la responsable de la división descontrolada). Eso si, indefinida pero controlada, pues superar el umbral de divisiones también puede traer problemas.

Por el momento, y como ya os solemos decir, aún queda mucho por investigar.

Vía | Instituto Salk.