logocracia
A partir de este post presentaré traducciones preliminares1 (con algunos comentarios) del último libro del Dr. Andrew Lobaczewski, Logocracia: Un concepto de sistema estatal.

El prefacio del autor introduce el tema y presenta la motivación y la intención de su obra:

Tal idea y el comienzo de mis deliberaciones sobre si sería posible crear un sistema estatal que fuera mejor que todos los sistemas pasados -mejor que la democracia, porque estaría basado en el conocimiento científico moderno - vino a mi mente un día de primavera de 1973.2

Por aquel entonces trabajaba como psicólogo en una clínica de salud mental de Chorzów. Eran tiempos de relativa estabilidad bajo el sistema comúnmente conocido como "comunismo", que yo ya entonces consideraba, sin lugar a dudas, un fenómeno patológico macrosocial. Comprender el verdadero contenido de este fenómeno y conocer la naturaleza de las anomalías psicológicas que lo protagonizaban era, en mi opinión, el principal objetivo al que debía servir. En completo secreto, continué el trabajo que había sido iniciado en algún momento a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta por estudiosos de la generación pasada de varios países. Buscaba la manera de transferir estos conocimientos - tan necesarios en aquella época - a Occidente, pero mis posibilidades se revelaron insuficientes.

Como de una reflexión secundaria sobre aquellos resultados, nació esta nueva idea. Mis amigos leyeron lo que escribí sobre la posibilidad de concebir un sistema estatal mejor, pero su publicación no estaba planeada en aquel momento. En otoño de 1977, ya sabía que alguien había informado a la policía secreta sobre mis creencias. Un psicólogo que investigaba la patología del sistema gobernante ni siquiera podía contar con algún tipo de juicio. Sólo podía contar con algún "accidente laboral". Conseguí anticiparme a sus decisiones y mudarme al extranjero.

Observar la vida y la política en un país tan diferente del resto del mundo como los Estados Unidos de América me ha enseñado a ver más allá de los arquetipos establecidos de entendimiento, y más allá de las doctrinas predicadas. Porque más allá de esa fachada de democracia, hay que ser capaz de discernir las complejísimas realidades biológicas, psicológicas, sociales y económicas, así como el funcionamiento de los grupos de presión, e intereses especiales nacionales e internacionales. En un mundo tan diferente, que no conoce el concepto de "sociedad", surge la necesidad de volver al propio país y a su larga historia, a sus vínculos sociales, y a una forma de pensar más cercana a la de muchas otras naciones.

Otra razón de regresar a Polonia fue la lectura de una serie de obras que entonces no estaban disponibles en Polonia. También pude profundizar en mis estudios anteriores sobre la historia del periodo de entreguerras. En particular, traté de comprender el difícil proceso por el que tiene que pasar una nación para recuperar el autogobierno tras años de servidumbre. Un ejemplo típico de estas dificultades fue lo ocurrido en Polonia en aquellos años posteriores a la Primera Guerra Mundial. También sabía que esta vez el proceso sería aún más complicado, porque las personalidades humanas estarían impregnadas por los efectos de la influencia de un sistema patológico, que podría ser comprensible para un psicólogo experimentado, pero no para la mayoría - incluyendo a las personas cultas.

Así que decidí recrear ese trabajo de memoria, complementándolo con los conocimientos recién adquiridos. Trabajé en condiciones difíciles, a veces a escondidas, en la guardería donde estaba empleado. Así nació la segunda versión de esta obra. Tras regresar a Polonia en 1990, me esforcé inmediatamente por publicarla. Probablemente el editor de entonces informó a los servicios secretos de que la obra era peligrosa para ellos. Las correspondientes instrucciones hicieron que su distribución tropezara con obstáculos difíciles de comprender para mí en aquel momento.

Han sido 10 años de dolorosas experiencias para la nación y para mí. Cuando hoy analizo este difícil proceso, a pesar de la apariencia de que avanzamos en dirección contraria, llego a creer que nos acercamos a un momento en que nuestra nación aceptará tanto el verdadero conocimiento del pasado sistema patopolítico, como la necesidad de crear un sistema social y estatal moderno y eficaz basado en las leyes eternas de la naturaleza y en los conocimientos científicos modernos. Sin embargo, aún debe pasar el tiempo. Yo ya no estaré, pero la logocracia sí.

Entretanto, sin embargo, este nuevo concepto de sistema de estado ha quedado parcialmente obsoleto. Hoy la situación vista desde Polonia parece diferente, porque han surgido nuevos problemas. Por esta razón, ahora que soy un anciano, he retomado la tarea de elaborar la cuestión de una forma aún más madura, enriqueciendo la justificación y actualizando las soluciones propuestas.

He intentado encontrar ayuda entre los eruditos que pudieran señalar las deficiencias de mi trabajo y ofrecerme consejo. Mientras tanto, sólo he encontrado críticas por haber violado el dogma de la democracia, que afirma que el derecho a participar en la actividad política le viene dado al hombre por naturaleza. Y yo pregunto: ¿no es la evidente incompatibilidad de este dogma con la realidad psicológica prueba suficiente de la irrealidad de los principios democráticos? A esto no recibí respuesta.

Por lo tanto, la presente obra siguió siendo enteramente mía. Así que les pido a ustedes, mis lectores, que me perdonen por todas las deficiencias resultantes de tal soledad. A pesar de mis defectos, espero que sea útil para las personas que algún día emprendan la tarea de crear un sistema estatal moderno y eficaz para nuestro futuro, y como ejemplo para los demás.3

Nota: Esta obra es un proyecto de QFG/FOTCM y su publicación en papel está prevista próximamente.
1 Si alguna vez se publica, la traducción será perfeccionada por un polaco nativo. Por ahora, debemos conformarnos con las maravillas de la traducción automática asistida por humanos (es decir, por mí).

2 Lobaczewski hace referencias a la logocracia a lo largo de Ponerología Política, especialmente en su último capítulo. Como escribe allí (pág. 331): "Una lectura atenta de este libro puede hacernos discernir los contornos de una visión creativa de ese futuro sistema social que tanto necesitan las naciones que sufren bajo un gobierno patocrático; si es así, esto representa una recompensa al esfuerzo del autor y no el resultado de la pura casualidad. Precisamente esa visión me acompañó durante todo el periodo de mi trabajo en este libro (aunque este no indica en ninguna parte un nombre ni detalles más precisos para ella), prestándome ayuda y demostrando ser un apoyo útil en el futuro. De alguna manera, está pues presente en las páginas y entre las líneas de esta obra".

3 Este prefacio no lleva fecha. Aunque la edición polaca del libro no se publicó hasta poco antes de la muerte de Lobaczewki en 2007, el manuscrito revisado se terminó probablemente hacia el año 2000 o 2001, a juzgar por las referencias temporales que hace aquí, aunque es posible que siguiera revisándolo hasta la década del 2000.