La Reforma Energética mexicana podría beneficiar a la economía de México hasta en un billón de dólares, según los
datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE). Mientras tanto, los fondos públicos de ese país pierden 1.000 millones de dólares al año debido a uno de los problemas más graves que afronta su industria petrolera:
el robo de combustible, de acuerdo con los datos de una reciente
investigación elaborada por Gabriel Stargardter para la agencia Reuters.
A pesar de que no es un fenómeno nuevo, el autor del informe destaca que los cárteles de la droga llevan esta práctica a "una nuevas dimensiones calamitosas", en parte por la campaña oficial vigente desde hace años, que obliga a los narcotraficantes a
buscar nuevas fuentes de ingresos.
En 2017, se registró la cifra récord de 9.509 tomas clandestinas de combustible, un 38,35 % más que el año anterior, según un
estudio de Pemex citado por Sin Embargo. La presidenta de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, Georgina Trujillo Zentella, señala que
"el negocio es más lucrativo que el tráfico de drogas porque implica menos riesgo" y "todos consumimos gasolina".
Comentario: ¿Quién garantiza entonces la seguridad de la población mexicana si las mismas "autoridades" son las que cometen estas atrocidades? Un caso más de corrupción e impundidad para México.