El colapso atómico, un fenómeno predicho por vez primera en la década de 1930 utilizando como base la mecánica cuántica y la física relativista, pero que nunca había sido visto, ahora ha sido observado por vez primera en un "núcleo artificial" simulado en una hoja de grafeno.

Núcleo atómico artificial
© Michael Crommie, Berkeley LabUn núcleo atómico artificial formado por cinco dímeros de calcio cargados queda ubicado en el centro de una nube de electrones que caen hacia él.
Esta observación no sólo confirma la validez de añejas predicciones teóricas, sino que también podría poner los cimientos para el desarrollo de nuevos tipos de dispositivos electrónicos basados en el grafeno, y para investigaciones posteriores en física básica.

Este experimento pionero, llevado a cabo por un equipo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la Universidad de California en Berkeley, y otras instituciones, avala el gran acierto temprano de los postulados teóricos de la mecánica cuántica que mostraron por qué la materia es estable, detallando cómo la carga positiva de un núcleo atómico, y la carga negativa de los electrones que lo rodean, se equilibran entre sí, evitando que el átomo se derrumbe sobre sí mismo o sus componentes se dispersen.

Pero esos primeros cálculos también mostraron que este equilibrio debería romperse por encima de cierto punto crítico, específicamente, si la carga del núcleo es mayor de 137. Según la teoría, con estos núcleos atómicos supercargados, los electrones deberían caer al núcleo, donde entonces se expulsarían sus homólogos de antimateria, los positrones (antielectrones), que se alejarían siguiendo una trayectoria en espiral. Refinamientos posteriores de la teoría elevaron el número del umbral desde 137 a 170, pero se mantuvo el principio subyacente.

Como los elementos naturales y artificiales conocidos apenas están sobrepasando la frontera del número atómico 118, ha sido difícil demostrar experimentalmente la citada predicción. Los físicos han tratado de demostrar el colapso atómico en aceleradores de partículas haciendo colisionar dos núcleos pesados, tales como los de átomos de uranio (número atómico 92). Estos experimentos han sido realizados durante décadas, pero sin haberse encontrado evidencias claras de colapso.

El año pasado un equipo en la Universidad de California en Berkeley y en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (Berkeley Lab), en Estados Unidos ambas instituciones, demostró una nueva técnica que podía simular átomos ultrapesados de un modo que los hacía mucho más fáciles de manipular y observar. Los nuevos hallazgos del equipo de Leonid Levitov, profesor de física en el MIT, son la culminación de esa investigación.

En la investigación también han trabajado expertos de la Universidad de Exeter en el Reino Unido, y de la Universidad de California en Riverside.

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