El arzobispado de Granada (Andalucía, sur de España) ha suspendido a una decena de sacerdotes después de que un joven les acusó de haberle abusado sexualmente cuando era menor.

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"El Juzgado numero 4 de Granada ha abierto a principios de noviembre diligencias por abusos sexuales y se está investigando bajo el secreto de sumario a 12 personas, pero no sabemos si son todos sacerdotes", ha informado este lunes una fuente judicial, confirmando una noticia aparecida en la Web Religiondigital.com.

El arzobispado de Granada una vez recibida la denuncia del joven que sufrió abusos sexuales por parte de sacerdotes les suspendió y siguió "escrupulosamente el procedimiento previsto para estos casos por la disciplina canónica".

Asimismo, el arzobispado de Granada ha retirado del ejercicio del ministerio sacerdotal a religiosos que habían sido acusados directamente de pedofilia, según el informe.

El arzobispado ha afirmado que "al cuerpo entero de la Iglesia le hieren y le duelen inmensamente que se puedan producir escándalos de esta naturaleza, cuya certeza y alcance tendrá que determinar finalmente la autoridad judicial".

No se trata de la primera vez que escándalos de este tipo golpean a la Iglesia católica.

A principios del pasado julio, en una entrevista concedida a la cadena italiana 'La Repubblica TV', el papa Francisco reveló que uno de cada 50 sacerdotes católicos es pedófilo.

El líder de los católicos del mundo, desde que subió al solio pontificio el año 2013, aboga por la tolerancia cero contra los casos de abusos sexuales cometidos por los funcionarios de la Iglesia.

El papa pidió "perdón" en abril de este año en nombre de la Iglesia católica por las violaciones sexuales de sacerdotes pederastas.

Las denuncias de pedofilia, cometida por curas de la Iglesia, han obligado al Vaticano a reconocer en reiteradas ocasiones la gravedad de la situación y admitir ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que no hay excusas para los pederastas.

En los últimos años, la Iglesia católica ha visto seriamente dañada su imagen por diversos escándalos relacionados con casos de pederastia; delito que la mayoría de las veces ha quedado oculto bajo el silencio de los arzobispos locales y el propio Vaticano, y que ha provocado la pérdida de la confianza del pueblo en esta institución.